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Urgen medidas para proteger los manglares ante el cambio climático
En los últimos cinco (5) años se ha logrado la recuperación de más de 7.000 hectáreas de bosque de manglar en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
La Defensoría del Pueblo destaca la vulnerabilidad de ecosistemas clave frente al cambio climático y otras amenazas, urgiendo acciones inmediatas para su conservación.
La Defensoría del Pueblo se ha referido sobre la crítica vulnerabilidad de los manglares en varios departamentos costeros de Colombia. Esta advertencia, respaldada por el Ministerio Público, subraya los numerosos riesgos que enfrentan estos ecosistemas estratégicos, fundamentales para la mitigación de impactos ambientales y la protección de la biodiversidad costera.
Los manglares colombianos, que cubren aproximadamente 291,000 hectáreas, se distribuyen principalmente en el litoral Pacífico (74.5%) y la región Caribe (25.5%), con una presencia mínima en el litoral insular. Departamentos como Nariño, Chocó, Magdalena, Atlántico, y otros, albergan la mayor extensión de estos bosques protectores.
Un dato relevante es la Ciénaga Grande de Santa Marta, que actualmente cuenta con más de 42,000 hectáreas de manglares. Entre el 2021 y el 2023, se ha registrado un incremento de 2,562 hectáreas en su extensión, un logro significativo frente a las crecientes presiones ambientales y una muestra del éxito de iniciativas de conservación.
Los manglares desempeñan un papel crucial en la mitigación de los impactos derivados de la variabilidad y el cambio climático. Actúan como barreras naturales ante fenómenos extremos como ciclones tropicales y huracanes, protegiendo las costas de la erosión y reduciendo la energía de las olas durante tormentas severas. Además, son sumideros importantes de carbono, contribuyendo así a la regulación climática global y la estabilidad de los ecosistemas marinos.
En el marco del Día Internacional de Defensa del Manglar, la Defensoría del Pueblo hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que intensifique las medidas de protección y conservación de estos ecosistemas vitales. Subraya la necesidad de implementar acciones efectivas de restauración en las zonas costeras, especialmente en departamentos como La Guajira, Magdalena, Bolívar, Sucre, Córdoba y el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, identificados como prioritarios frente a proyecciones de pérdida debido al cambio climático y la presión humana.
Además de la reforestación de áreas degradadas, la Defensoría enfatiza la importancia de fortalecer la protección contra actividades humanas destructivas mediante estrategias integrales. Esto incluye la implementación de programas de vigilancia, monitoreo y control permanentes y sostenibles, esenciales para asegurar la efectividad de las acciones de conservación y adaptación ante posibles cambios ambientales adversos.
En resumen, la conservación de los manglares es crucial no solo para la salvaguardia de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que proporcionan, sino también para garantizar el derecho fundamental y colectivo de las comunidades costeras a un ambiente saludable y sostenible. La Defensoría del Pueblo insta a la adopción de medidas decisivas y coordinadas para enfrentar estos desafíos urgentes y proteger uno de los patrimonios naturales más importantes de Colombia, asegurando así un futuro más resiliente para todos.
