ICBF impulsa huertas sostenibles

El proyecto del ICBF fomenta hábitos alimenticios saludables en la infancia y refuerza el compromiso con la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza.

En un esfuerzo por combinar la protección del medio ambiente con el bienestar infantil, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha lanzado una innovadora iniciativa en el departamento de Magdalena: la creación de huertas sostenibles en las unidades de servicio que brindan educación inicial a menores de cinco años.

Esta estrategia no solo busca fomentar una conciencia ecológica desde temprana edad, sino que también pretende integrar el aprendizaje ambiental en la rutina diaria de los más pequeños.

Al transformar estos espacios en huertas educativas, el ICBF está creando una plataforma única donde el desarrollo personal y el respeto por la naturaleza se entrelazan, proporcionando así una experiencia educativa rica y multidimensional para los niños en sus primeros años de vida.

Un destacado ejemplo de este proyecto es la huerta construida en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Pijiño, ubicado en el Centro Zonal Santa Ana. Este centro no solo ha integrado una huerta como un recurso educativo, sino que ha transformado el entorno en un aula al aire libre que ofrece una variedad de oportunidades de aprendizaje. La huerta del CDI Pijiño ha sido diseñada para ser un entorno interactivo donde los niños pueden aprender sobre la agricultura ecológica, la reforestación y el cuidado ambiental de manera práctica y divertida.

Cabe destacar que, este enfoque no solo embellece el entorno educativo, sino que también lo convierte en un lugar dinámico y estimulante que complementa el aprendizaje en las aulas tradicionales.

A través de actividades lúdicas y pedagógicas, los niños y niñas del CDI Pijiño tienen la oportunidad de explorar el mundo natural de una manera práctica y envolvente. Los pequeños participan activamente en la siembra y cosecha de hortalizas, frutas y verduras, y a través de estas actividades aprenden sobre la importancia de una alimentación sana y nutritiva.

Este enfoque no solo fomenta el desarrollo de habilidades prácticas en los niños, sino que también refuerza conceptos clave sobre el consumo responsable y el valor de los productos locales. Al involucrar a los niños en cada etapa del proceso de cultivo, se les enseña de manera integral sobre el ciclo de los alimentos y la relación entre lo que comen y su impacto en la salud y el bienestar.

El ICBF busca que esta experiencia positiva sirva de modelo para replicar el concepto de huertas sostenibles en otras unidades de servicio a lo largo del país. La idea es que cada nuevo CDI pueda adaptar este modelo a sus propias necesidades y contextos, creando espacios similares que fomenten la educación ambiental y el aprendizaje activo.

Al integrar estas huertas en la educación infantil, Bienestar Familiar empodera a la primera infancia, proporcionándoles herramientas para su aprendizaje y desarrollo, al tiempo que promueve una alimentación saludable y un vínculo más fuerte con el medio ambiente. La meta es que cada niño que pase por estos programas tenga una conexión más profunda con la naturaleza y una mejor comprensión de cómo sus acciones pueden influir en el entorno que los rodea.