En ´jaque´ la economía cafetera por las lluvias

La producción de café en la Sierra Nevada está sufriendo graves daños debido las fuertes lluvias, afectando a más de tres mil familias caficultoras.

Las devastadoras consecuencias del cambio climático están golpeando severamente la economía y agricultura del departamento del Magdalena, de acuerdo con un reciente informe de la Red Ecolsierra, que agrupa a 24 organizaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. La prolongada sequía y las lluvias torrenciales han causado pérdidas significativas en la producción de café, poniendo en peligro el sustento de más de tres mil familias que dependen de esta actividad agrícola.

Víctor Cordero, gerente de la Red Ecolsierra, advirtió a la prensa regional sobre los desafíos que enfrentan los caficultores debido al cambio climático. Según Cordero, los patrones de lluvia alterados han afectado la siembra y recolección del café, aumentando la incidencia de la broca, una plaga devastadora para los cultivos. “El cambio en los patrones de lluvia ha provocado un desfase en las labores del campo, complicando la producción y recolección del café,” señaló Cordero. La broca se ha convertido en un problema estructural, especialmente evidente en la última cosecha, y se prevé que siga impactando la producción en el futuro cercano.

La irregularidad en las lluvias ha llevado a una disminución de la producción, con una reducción de entre el 15% y el 25% en el último año. Se estima que la próxima cosecha oscila entre 12 y 13 millones de kilos de café, una parte significativa del parque cafetero de 21,000 hectáreas en el Magdalena.

Cordero también destacó que el incremento de costos ha afectado a la mano de obra, proveniente principalmente de la región y de comunidades cercanas, debido a la falta de experiencia. Las condiciones climáticas adversas han dificultado el transporte y han elevado los costos de insumos necesarios para la recolección.

A pesar de estas adversidades, el gremio cafetero del Magdalena ha mostrado un notable crecimiento en años recientes. Iniciativas como el Clúster de Cafés Especiales, apoyadas por la Cámara de Comercio y la Red Ecolsierra, han fortalecido la producción de cafés especiales con certificaciones orgánicas y de comercio justo. “La Sierra Nevada es uno de los principales productores de café orgánico y de comercio justo en Colombia, representando cerca del 2% de la producción nacional,” destacó Cordero.

La Red Ecolsierra, con el apoyo de la Unión Europea a través del proyecto Futuro Orgánico e Inclusivo, busca fortalecer la participación de los caficultores en políticas públicas relacionadas con la cadena productiva del café. Este proyecto también capacita a las asociaciones de caficultores para que puedan seguir comercializando con países europeos bajo el nuevo Pacto Verde.

El Magdalena exporta café principalmente entre octubre y marzo, durante la temporada de cosecha. Desde la crisis del café entre 2007 y 2011, la región ha adoptado variedades resistentes para mitigar los riesgos de enfermedades, logrando que el 90% de su parque cafetero está compuesto por estas plantaciones.

Aunque el futuro del café en la región es incierto debido al cambio climático, la resiliencia y la innovación de sus caficultores ofrecen esperanza. Con el apoyo de iniciativas locales e internacionales, se busca garantizar la sostenibilidad y rentabilidad de esta vital actividad económica para la región.

Dato adicional: La Red Ecolsierra, en colaboración con la Unión Europea, trabaja para fortalecer la incidencia de los caficultores en políticas públicas y preparar a las asociaciones para cumplir con los requisitos del Pacto Verde.

CAFÉ DEL MAGDALENA

El café  del Magdalena se cultiva por comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes, en 4 municipios que son: Ciénaga, Santa Marta, Fundación y Aracataca, los cuales albergan 4.914 familias que cultivan 17.917 hectáreas de café arábico de las variedades Castillo, Colombia, Caturra, Típica, Cenicafé 1 y Tabí. Ubicadas en 5.178 fincas

Desde el 30 de enero del 2017, nuestro café cuenta con ‘Denominación de Origen Café de la Sierra Nevada’ mediante Resolución N° 2484, definiéndolo como un café que se caracteriza sensorialmente por poseer taza limpia y balanceada con cuerpo medio – alto y uniforme; acidez media, con sabores asimilables a chocolate. En su fragancia y aroma se perciben notas dulces y anuezadas.

La caficultura del Magdalena posee características particulares que la diferencian de otras regiones del país.

Su situación geográfica, por encontrarse en el extremo norte de Colombia, a 11° de latitud norte, le confiere una oferta ambiental, que obliga a tener plantaciones de café a una altura sobre el nivel del mar menor que en el centro y sur del país. Otro rasgo de la caficultura del Magdalena es la necesidad del uso de árboles de sombrío, actualmente el 93% del área cultivada con café en el departamento cuenta con sombrío total o parcial, como consecuencia de la alta radiación solar que presenta y del pronunciado déficit hídrico que se concentra entre finales de diciembre y principios de abril. Esta situación monomodal del clima produce una floración concentrada en un solo periodo del año (comienzo del periodo lluvioso) produciendo la concentración de una sola cosecha durante los meses de octubre y febrero.

Las características anteriores hacen que el departamento del Magdalena ofrezca condiciones especiales para el desarrollo de programas de “cafés especiales sostenibles”, particularmente de aquellos relacionados con la protección de la biodiversidad y los sistemas de cultivo de cafés ecológicos u orgánicos, Comercio Justo, 4C, Café Practice. Por ello, el departamento cuenta en la actualidad con alrededor de 12.000 hectáreas de café certificadas como caficultura sostenible.

Continúa destacándose la siembra de variedades de café resistente a la roya en un 70% con respecto a la caficultura total