‘Playa basura’ junto a Los Cocos contamina y deteriora el paisaje

A la suciedad de la playa se le suma el derrame constante de aguas de alcantarilla en la zona por la negligencia de Essmar en mantener un buen servicio.

POR
EDGAR
TATIS GUERRA

Indignante y terrible. Así es el deplorable panorama que se aprecia en la playa Los Cocos junto a la desembocadura del río Manzanares, en el sector residencial y comercial del barrio Bellavista.

La contaminación ambiental generada por la gran cantidad de desechos vegetales, plásticos, llantas, botellas de vidrio, restos de enseres viejos, cascarones de nevera, colchones, y una variedad de objetos inservibles no solo afecta un área urbana a donde acuden los pescadores artesanales sino además deportistas, bailarines e inclusive turistas procedentes de varias ciudades colombianas y del exterior.

Las basuras deterioran el paisaje colocando en riesgo a muchas garzas, pelícanos y a otras aves que revolotean la zona, mientras otras buscan alimento para sobrevivir. Es un verdadero contraste ambiental el que se aprecia en playa Los Cocos dejando al ‘desnudo’ una triste realidad: un basurero gigante a cielo abierto.

Y esa cruda realidad aumenta cada vez que cae un aguacero sobre Santa Marta porque lamentablemente el río Manzanares desemboca en el mar junto al sector de Playa Los Cocos. Las corrientes del afluente que recorren varios kilómetros en sus distintas cuencas transportan varios kilos de desechos arrojados por personas inescrupulosas, sin compromiso cívico y otras porque les parece divertido deshacerse de su mugre, del perro o gato muerto.

La montaña de basuras y de residuos que son arrastrados hacia al mar posteriormente salen a la costa y en la arena se origina una acumulación bárbara, se trata de toneladas de desperdicios y palizada que las olas ‘escupen’ porque sencillamente esa contaminación no pertenece al ecosistema marino.

Frente al degradante paisaje que daña la buena imagen de un destino turístico porque las playas de Santa Marta son cautivantes y mágicas es urgente adoptar acciones de mitigación, control y ejemplarizantes antes que sea demasiado tarde.

Es bastante gratificante ver a los soldados del Ejército Nacional unidos a varios jóvenes voluntarios y ambientalistas pertenecientes a diferentes organizaciones ecologistas con apoyo de los representantes de entidades públicas y privadas trabajando juntos en actividades de recolección, extracción y limpieza de Playa Los Cocos.

Todos unidos con un mismo objetivo: aportar a la preservación del ecosistema costero marino para generar un impacto positivo en las comunidades que habitan en las cuencas alta, media y baja del río Manzanares, porque la afectación es generalizada y total. La contaminación degrada la vida humana sin distingos de estratos sociales, condición socioeconómica, filiación ideológica ni credo religioso. La contaminación con plásticos mata la fauna silvestre, asfixia a los peces, destruye arrecifes de coral y otras especies.

En Playa Los Cocos se realizan brigadas de limpieza que son posibles gracias a la unión de diversas voluntades. Desde la Alcaldía de Santa Marta a través del Dadsa, el Indetur y con el apoyo de escobitas de la empresa Atesa y personal de Essmar E.S.P. se hace una disposición adecuada a los residuos recolectados.

En cada jornada de aseo se suman más y nuevas organizaciones entre ellas: la Fundación Retomar, Fundación Explorambiente, Fundación Salva Tu Río, Basura Cero, Fundación Terranostra, además participan agentes adscritos a la Policía de Turismo, el Grupo Juvenil Guardianes del Turismo, estudiantes de biología, artistas urbanos y ciudadanos voluntarios quienes con sus acciones nos motivan a despertar esa conciencia ambiental por Santa Marta, incentivándonos a que tengamos prácticas sostenibles como cuidar, proteger los diferentes ríos y hacer separación en casa.

La vinculación del sector privado ha sido un aliado clave para alcanzar el éxito de las jornadas ambientales a través de su componente de responsabilidad social empresarial. Así mismo la participación de los funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) con sus profesionales es primordial en esa apuesta por la preservación, arborización, educación, vigilancia y control ambiental.

Urge más civismo y compromiso ambiental por parte de algunos residentes en las laderas del río Manzanares que lo tienen convertido en el patio trasero, o lo que es peor es una ‘cloaca’ o basurero a ‘cielo abierto’, mientras otros lo usan de escombrera pública que sin proponérselo agravan la situación especialmente cuando caen aguaceros y hay alguna creciente súbita.

Cambiar ese destructor ‘chip mental’ en la sociedad samaria se logra con educación, con sensibilizaciones en las escuelas, en las empresas, en las calles y en todas partes para acabar con ese círculo vicioso y pasar al círculo virtuoso de la economía circular.

Santa Marta sigue siendo un destino de gran predilección a visitantes nacionales y extranjeros, pero sin playas limpias no se llegará a ningún pereira. Amanecerá y veremos…