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Daniel Muñoz y su inspiradora historia: por poco no llega a ser futbolista profesional

El lateral antioqueño Daniel Muñoz es el único defensa colombiano que ha marcado dos goles en una misma edición de la Copa América en toda la historia.

El tanto que celebró en el empate a un gol contra Brasil, durante el duelo válido por la tercera fecha del Grupo D del torneo continental, le valió para escribir su nombre con letras doradas en el libro que cuenta los hitos de la Selección Colombia en la Copa.

Muñoz no solo fue determinante en el ataque, con su gol. También hizo un trabajo defensivo impecable. Le tocaba bailar con la más fea de la fiesta y lo hizo con decoro. Marcó a Vinicius Junior, atacante electrizante y candidato a ganar el Balón de Oro de este año, con la disciplina de un militar.

Lo incomodó todo el tiempo. No lo dejó brillar, algo que ha sido difícil incluso para jugadores como el inglés Kyle Walker, del Manchester City de Inglaterra, o el alemán Joshua Kimmich, del Bayern Múnich.

Tal fue el esfuerzo que hizo el futbolista colombiano durante el partido que, una vez terminó, Vini se acercó para felicitarlo. Reconoció que con su trabajo lo redujo. Muñoz intercambió algunas palabras con la estrella del Real Madrid. Después se les unió el guajiro Luis Díaz. Se rieron algunos segundos. Luego todos tomaron su camino.

Quizá las risas fueron porque Muñoz le pidió la camiseta a Vinicius, quien en el momento no se la dio. Por eso, en la zona mixta del estadio Levi’s de Santa Clara, California, mientras atendía una entrevista con los medios de comunicación, Daniel insistió con su pedido a Vini. “Te la mando, te la mando”, le respondió la estrella brasileña.

El hombre de los goles importantes

Daniel Muñoz se ha convertido en el hombre de los goles importantes para la Selección Colombia. Hasta el momento ha celebrado 3 veces en 28 apariciones con el equipo nacional. Además del tanto contra Brasil, el nacido en Amalfi, Antioquia, también le marcó a España y Paraguay.

Al elenco guaraní le convirtió el primer gol de Colombia en esta edición de la Copa América. Fue al minuto 32. Ese tanto abrió el camino para la victoria en el debut del equipo nacional en el torneo.

Entre tanto, a la Selección de España le anotó al minuto 61 del partido amistoso que jugaron el pasado 23 de marzo. Lo más curioso de todos es que los goles han sido casi calcados. Muñoz se proyecta al ataque por la banda derecha. Llega hasta el área acompañando un centro que viene desde el otro sector de la cancha y marca.

El jugador al que casi “lo deja el tren”

Daniel Muñoz tiene 28 años. Ahora es una de las figuras del Crystal Palace de Inglaterra y titular indiscutido de la Selección Colombia. Sin embargo, solo lleva 8 años de carrera profesional. En estos tiempos en los que cada vez hay futbolistas más jóvenes (Endrick, de Brasil, debutó a los 16 años, por ejemplo), él lo hizo cuando tenía 20.

Pero estuvo cerca de tirar la toalla, de decidir irse por otro camino. El 27 de julio de 2016, Muñoz se estaba alistando para ver, con sus amigos del barrio, la final de la Copa Libertadores entre Nacional e Independiente del Valle. Él, hincha furibundo del cuadro verde, no solo esperaba el triunfo para sentirse feliz, sino para ir a celebrar a una finca con sus “parceros”.

Pero el hado lo puso en una encrucijada. Esa misma tarde, antes del inicio del encuentro, lo llamó el director de Águilas Doradas. Le dijo que al otro día se tenía que presentar en el estadio Alberto Grisales de Rionegro para hacer una prueba con el equipo profesional, entonces dirigido por Pedro Sarmiento. Muñoz le preguntó que si no se podía cambiar la fecha. Le respondieron que no. Esa era la única oportunidad. Bien dicen: el tren solo pasa una vez.

“Me tocó decidir. Vi el partido, y después me fui para la casa, aunque no dormí por el ruido y pensando si valdría la pena el sacrificio. Subí a Rionegro. Tuve mi primer entrenamiento del equipo profesional. Me fui metiendo poco a poco. Me tocó esperar hasta enero del 2018 para firmar contrato. En ese tiempo cambiaron al entrenador, pero superé la prueba”, relató Muñoz.

El técnico de ese momento vio que tenía potencial. Los sacrificios que hizo valieron la pena. Decir que jugaba de lo que lo pusieran, ser casi el utilero del equipo en los entrenamientos, lo llevaron a cumplir su sueño: ser futbolista profesional. Luego jugó en el equipo de sus amores y migró a Europa, donde brilla con el coraje de su sacrificio en la cancha.

 

 

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