‘He quedado en la calle con dos hijos y dos nietos’: damnificada de Gaira

Su casa fue arrasada por los materiales de dos viviendas más que se derrumbaron y los escombros en su caída por la pendiente tumbaron la vivienda de Juana Vergara.

POR:
TONNY
PÉREZ MIER

Juana Concepción Vergara Martínez, de 40 años de edad, es una venezolana que hace cinco años, llegó a Santa Marta en busca de mejores oportunidades laborales y junto con sus dos hijos se estableció en una mejora de bloque en el barrio Altos de Villa Vetel en el nororiente de Gaira.

Aquí sus hijos se casaron y ahora tiene dos nietos samarios, que son su adoración, por lo cuales se levantan bien temprano para la elaboración de Yogurt casero que posteriormente vende en compañía de una comadre, para disponer de dinero necesario para la convivencia familiar.

Con la venta del producto de su emprendimiento, más lo que gana su yerno como mototaxista sobreviven todos, a pesar que el dinero obtenido como fruto de su trabajo, solo alcanza para suplir lo básico en su casa, donde se contaba con lo esencial para vivir en sociedad.

Juana Concepción, natural de Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, vive agradecida de Dios y de los samarios que le han tendido la mano, porque las cosas no han sido fáciles. Cada día se esfuerza por salir adelante con su emprendimiento.

Ella, junto con sus dos hijos y sus dos nietos, es una de las tres familias damnificadas por las fuertes precipitaciones caídas sobre la ciudad durante las últimas horas que hicieron colapsar tres casas en el barrio Villa Vetel.

En su relato de la situación que ahora está viviendo, a causa del dolor moral de perder todo y no tener recursos para levantarse al mediano plazo y del dolor físico causado por la caída de escombros de la pared sobre su humanidad cuando dormía en su cama, saca fuerza de voluntad, para que sus hijos no la vean llorar, pero cuando queda sola, es más grande el dolor y se va en llanto.

A la vez da gracias a Dios, que solo fueron golpes los recibidos cuando una de las paredes cayó sobre su lecho. La familia fue atendida en una clínica donde fueron llevados todos los damnificados, pero dice que el dolor más fuerte es el del corazón por haberlo perdido todo.

LOS HECHOS

Comentó que las tres casas colapsadas se encontraban construidas sobre la pendiente de una ramificación del cerro La Llorona, en el barrio Villa Vetel. Pero fue tan prolongada la lluvia que la capa vegetal del lugar por efecto de la erosión se volvió frágil y cedió, registrándose el derrumbe.

Las primeras en caer fueron las casas de Marbeliz Uscátegui y Eduardo Zabala que estaban en la parte alta de la pendiente y en sus caídas, se llevaron por delante la de Vergara Martínez, que al sentir el estruendo de la caída de la pared sobre su cama, saltó para proteger a sus nietos.

“Una cosa es contarle lo ocurrido y otra es haber vivido esa tragedia”, narró la afectada mientras trataba de descansar en la casa de su comadre Alba Muñoz, que le brindó posada mientras resuelve su situación.

Su preocupación radica en que, si construyó su casita con el esfuerzo de cinco años de trabajo en Santa Marta, después de haber llegado de Venezuela; cómo hará ahora, para brindar un techo a su familia cuando la situación está más apretada.

“La verdad, no sé qué vamos a hacer ahora, ojalá y la Alcaldía, Cruz Roja, Defensa Civil y la Oficina de Desastres, nos ayuden mientras solventamos esta calamidad que nos ha pasado a nosotros, que con tanto esfuerzo construimos la mejora donde vivíamos”, expresó.

Alba Muñoz, comadre de la afectada y quien fue la primera en tenderle la mano, dijo que por ahora estarán acomodada en una pieza de su casa mientras llegan las ayudas y la llevan a vivir a un algún lugar en alquiler como ocurre en estos casos.

“En mi casa va a estar un poco apretada, mientras se resuelve su situación y vuelva a parar su rancho, para lo cual recurrimos a los buenos corazones de los samarios, como ha ocurrido con otros casos que se han registrado en la ciudad”, dijo Muñoz.

CAMPAÑA PÚBLICA

Ocurrida esta tragedia, dirigentes y líderes comunales de Gaira anunciaron que van a emprender una cruzada, para levantar los tres ranchos que colapsaron por efecto de las precipitaciones que por más de seis horas estuvieron cayendo sobre ese sector del nororiente de Gaira.

“Todos sin excepción, todos vamos a tocar puertas, a tocar corazones, porque a esta gente hay que ayudarla así sea a levantar un cuarto para que tengan donde vivir, mientras consiguen los medios para levantar una vivienda digna”, dijo José Páez Contreras, un líder del Cerro de La Llorona.

Aseguró que en las próximas horas se reunirá con otros líderes comunales de allí y otros barrios de Santa Marta, para emprender una campaña de donación de materiales para la construcción, con la finalidad de adquirir herramientas para construir así sea una pieza para que tengan donde iniciar una nueva etapa de su vida.

“Hay que ayudar a esta gente que lo perdieron todo, cama, sillas, televisor, ropa, enseres electrodomésticos, nevera, todo quedó sepultado, que no se puede recuperar nada de lo que tenían”, aseguró Páez Contreras.

RESPUESTA DEL ESTADO

La Oficina de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Distrito de Santa Marta, Oricc, desde primeras horas por medio de sus funcionarios a la cabeza de su director Alex Velásquez Alzamora llegaron hasta el sitio de la tragedia para evaluar la situación para la gestión de las ayudas humanitarias.

“Nosotros hicimos presencia en el barrio Villa Vetel de Gaira, desde muy temprano, realizamos un censo de las familias afectadas, cuatro en total, por el deslizamiento de unas viviendas. Es una prioridad la atención de las familias afectadas”, dijo Velásquez Alzamora.

Como ocurre en estos casos, mientras llegan las ayudas establecidas en el censo, de momento los damnificados recibirán por parte de los organismos de socorro del Estado, colchonetas, kit de cocina, kit de aseo, agua en bolsas, mercaditos, entre otros elementos para apaciguar la situación.