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En el marco del evento de la cultura del arte denominada Poemas para la Paz Total en los Parques, el cual ejecuta la fundación Santaigua Arte y Rio, se hará la presentación del libro del poeta Luis Eduardo Larios el dìa 20 de abril en el Parque de Los Novios en la ciudad de Santa Marta Distrito Turìstico, Cultural e Històrico.
La obra poèmica Efimeridades fue publicada por editorial Lamaruca de la ciudad de Puerto Rico y ya se encuentra disponible en Amazon, donde los amante de las letras la pueden adquirir, asimismo puedes obtener esta obra con el autògrafo solicitándola al correo electrónico [email protected]
Luis Eduardo Larios Payares, es de Santa Barbara de Pinto sur del Magdalena, funge como rector de la institución educativa Gilma Royero Solano del ente territorial en mención, estudió licenciatura en Español y Literatura en Cecar Sincelejo- Sucre y es especialista en Educación de la universidad Juan de Castellanos de Tunja.
El libro Efimeridades de este autor riano, Luis Eduardo Larios, no sè por què carajo no me hace estremecer, no quiero, ni busco responsabilizar al creador, quizás esta tarde de brisa suave frente a la majestual Sierra Nevada “Corazón del Mundo” y de espalda al mar Caribe, no sea propicia para descifrarlo tal como yo pretendo.
Pese a esta circunstancia e intentando penetrarlo me atrevo a decir que Efimeridades es un poemario con algunas disrupciones temáticas tan leves que un lector desprevenido no alcanza a descubrirla, ya que en la obra obarda la poesía eròtica con una sutileza de arcipreste agazapado.
Extraño en esta obra literaria la fragancia a cagajòn de burro, el olor a pescado de la cienaga Papelillo, el paisaje de garzas lácteas que bordean el rìo, tampoco encuentro el olor de la boñiga de vaca- no las de Uribe- no, las de la tierra de los Pintaos, cantón fértil donde las aves cantan himnos de jùbilo en cada tardecer.
Descubro que este primer libro de Larios, alberga un paisaje de tristezas continuas, un pielago de naufragios sin lìmites se evidencia en cada título; su ìndice es un poema màs, gris, lánguido, sin asomos de arreboles vesperales propios de la tierra de Los Pintaos, allá donde el canto de chicharras armoniza con el croar de los batracios.
Sin embargo la obra està escrita desde los corpúsculos de la mèdula cardial, por lo que el autor en un derroche de melancolìa se deshace de sus tormentas nacidas de los mùltiples infortunios que poblan la atmòsfera y que èl, el autor adsorbe por sus poros y los plasma en un conjunto de poemas tétricos, elegiacos, pero sin remiendos.
Bienvenido sea Efimeridades, eso fuiste, pues pronto vendrà un poemario tan bueno como este, pero con màs color, màs sonoridades agrarias, con fragancia a leche cuajà, olor a pasto recién cortado, a perfume del vaho del ganado en los corrales y a suspiros nacidos de los recintos eróticos del Bar la Puntica.
