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LA ‘TORMENTA’ PERFECTA
Petro se queda con el manejo de la salud de los colombianos

Lo que no pudo hacer en el Congreso en un año, lo logró el Gobierno en las últimas 24 horas: tomar el control del sistema de salud del país.
El martes, de manera sorpresiva, funcionarios de la Superintendencia de Salud llegaron a las oficinas de la EPS Sanitas, la segunda más grande del país, con más de 5,6 millones de usuarios, con la orden de intervenirla. Horas después, fue nombrado Duver Dicson Vargas como interventor.

Y este miércoles, casi exactamente un día después, se conoció la intervención de la Nueva EPS, la más grande del país, con más de 10 millones de usuarios.
Todo esto ocurría, mientras se hundía en el Senado la reforma a la salud propuesta por el Gobierno Petro, que entre sus principales aspectos contemplaba el fin de las EPS, al que se oponían no solo la mayoría de los congresistas, sino, de acuerdo con las encuestas, la mayoría de los colombianos.

Lo ocurrido, lo resumió el mismo presidente Petro al explicar la decisión de intervenir a las EPS: «El gobierno asume su función constitucional de reordenador del sistema de salud».
Aunque el Gobierno buscó dar tranquilidad a los pacientes asegurando que no van a dejar de recibir atención médica, expertos en el sistema de salud advierten que con la intervención de estas EPS se va a producir el efecto dominó que describió el presidente en una entrevista con la revista Cambio.

«Con el sistema de EPS ya se ha demostrado que es como un dominó, una va tumbando a la otra. ¿Por qué? Porque cuando una quiebra, y el 80 por ciento han quebrado, los afiliados de esa pasan a otra que designa el Gobierno. Si no se hace una reforma al sistema de salud, las EPS se acaban por sí mismas porque es un modelo económico insostenible», aseguró Petro en esa ocasión.
Según Gloria Quiceno, presidenta de la Asociación de Usuarios de Sanitas, la intervención de esta entidad abriría un camino que ya es irreversible: “Si la Superintendencia interviene siempre es con el fin de liquidar. Históricamente ha sido así”.

Aún antes de conocerse la intervención de la Nueva EPS, se advertía que, de tener que asumir los casi seis millones de afiliados que tiene Sanitas, en caso de que sea liquidada, la Nueva EPS no tendría la capacidad para hacerlo.

Según Amanda Rincón, expresidenta de la asociación de usuarios de Famisanar, la Nueva EPS no tiene capacidad estructural, ni financiera para atender cerca de 20 millones de usuarios que sumarían las EPS intervenidas. “Conocemos públicamente que Nueva EPS también tiene crisis financiera”, dijo a Colprensa.

En este sentido, Ana María Vesga, presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI) hizo un llamado al Gobierno para no repetir la historia de Famisanar, pues los pacientes “frente al riesgo de una liquidación, empiezan a requerir más servicios y comienzan a coparse”.

Y Bruce McMaster, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, (Andi) aseguró que «Sería inconcebible» que se tratara de una represalia por la decisión del Congreso de optar por el voto de ponencia negativa sobre la reforma de salud.

Afirmó que “La democracia no es el ejercicio de imponer posiciones al resto de la sociedad, sino el ejercicio de construir decisiones colectivas”.
Por su parte, Alvaro Molina, vocero de la Mesa Nacional de Asociaciones de Usuarios declaró que esta no solo es una retaliación, sino también un “amedrentamiento a las otras EPS”.

Y tal vez ahí está lo más preocupante: más allá de las fórmulas legales que se utilicen, como la intervención o la liquidación, el problema de fondo es cuál es el propósito del Gobierno. Si su intención es acabar las EPS, como muchas de las declaraciones oficiales lo han dado a entender, lo más probable es que sea eso lo que termine haciendo.

NOS ES VENGANZA

Después de la EPS Sanitas que la Superintendencia Nacional de Salud empezó a ejecutar en la EPS Sanitas, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, conversó en primicia con La W para brindar detalles sobre la medida, la cual calificó como una estrategia para “salvaguardar” la salud de los colombianos.

En primer lugar, el ministro entregó un parte de tranquilidad a los afiliados a esta EPS, en medio de las especulaciones en torno a los motivos de esta intervención.

“Pueden estar tranquilos todos los usuarios, los servicios se van a seguir prestando común y corriente (…) nosotros siempre hemos dicho que las EPS no van a desaparecer (porque) tienen obligación de atender y asegurar la salud de los colombianos. El derecho fundamental a la salud de los colombianos se tiene que preservar”, expresó el ministro.

Por otra parte, el ministro también respondió acerca de quienes han formulado cuestionamientos sobre las posibles motivaciones políticas de esta decisión en el marco de la discusión sobre reforma a la salud, que hoy en día no cuenta con los apoyos suficientes para ser aprobada en el Congreso de la República./Colprensa

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