HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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¿Sirve la Asamblea Departamental?

Las asambleas departamentales son corporaciones político-administrativas de elección popular que gozan de autonomía administrativa, presupuesto propio, podrán ejercer control político sobre la administración departamental y se denominan sus miembros diputados, quienes tienen la calidad de servidores públicos y están sujetos al régimen que para los efectos pertinentes fijan la Constitución y la Ley.

En el caso de nuestra Asamblea Departamental, se afirma en público y en privado por muchos de nuestros ciudadanos y comunidad en general que nos habita, que hemos tenido desde hace rato una Duma ineficiente, mediocre, por no decir qué de nulo desempeño, de labor ninguna. Objeto y rey de burla por los mandatarios de turno. Que no ha ejercido control político. Comprables sus miembros en sus principios y valores, así como carentes de carácter y criterio. No se respeta en ella el régimen de bancadas. Se limitan a otorgar atribuciones extraordinarias al gobernador en ejercicio sin ningún control ni limitante alguna. Todo lo cual, en gravoso detrimento de un departamento que requiere entre otros muchos avances, superior convivencia, integración y cohesión social. Desarrollo. Progreso. Crecimiento económico. Seguridad. Educación. Salud. Reales liderazgos. Servicios básicos. Productividad. Solidaridad. Infraestructura. Competitividad. Impulsos. Fomentos. Potenciarse. Así como bienestar e integral prosperidad.

Razones las traídas a colación, por la que importa e importará en adelante que nuestros diputados, camino a darle un contundente mentís a lo que de la Corporación y sus integrantes se dice por doquier y a tono con las propias realidades y necesidades del departamento y sus gentes, que muchas son; y, en cumplimiento estricto de lo señalado en la nuestra Constitución Política y leyes de la República, cumplan a cabalidad sus funciones en ruta a fortalecer la institucionalidad del gobierno departamental y promover el integral progreso en el Magdalena, como es nuestro caso.

Debe ser nuestra Asamblea Departamental un organismo que fomente la participación ciudadana, tome decisiones trascendentales, asegure la rendición de cuentas, la planificación territorial, la asignación de recursos, políticas de desarrollo y determinar una superior estructura de nuestra administración departamental. Estar mayormente atenta en términos de planificación y administración territorial. Autorizar sin excesos al gobernador en clara alineación con las políticas establecidas. Solicitar informes a diversas autoridades sobre el ejercicio de sus funciones. Solicitar la cooperación de organismos del orden nacional para el desempeño de sus atribuciones. Citar y requerir la asistencia de funcionarios departamentales a las sesiones, así como exigir informes por escrito sobre el ejercicio de sus funciones. Es decir, ocuparse real y verdaderamente como debe Y tiene que ser, de lo que más benéfico y provechoso sea para la buena marcha departamental.

Respecto de la participación ciudadana, promover audiencias públicas y especiales para fomentar la interacción con la comunidad.  Vincularse más en cuanto se refiere a la planificación y administración territorial, teniendo siempre en exacta cuenta las previas evaluaciones de orden técnico y financiero. Crear Comisiones Regionales de Ordenamiento Territorial, organizar provincias como entidades administrativas y de planificación, así como promover asociaciones entre entidades territoriales, con miras a procurar beneficios para el departamento. Buscar los medios apropiados dirigidos a financiar fondos de seguridad que tanta falta nos hacen, dada la situación e inseguridad que estamos padeciendo. Aprobar y adoptar planes de ordenamiento departamental de acuerdo con las normas vigentes. En lo atinente a la gestión de bienes y recursos, regular la enajenación o destino de terrenos baldíos cedidos al departamento.

Visto lo expuesto, no será de recibo en consecuencia, que sigamos teniendo una Asamblea Departamental cuestionada por su inoperancia manifiesta en decir de muchos sectores poblacionales, lo que obliga a reflexiones mayores de parte de sus integrantes y de consuno marquen los derroteros mejores por los cuales transitar, y no exponerse como han sido sus antecesores, a cuestionamientos que no hablan bien de quienes ejercen tales cargos, lo que se  traduce en traicionar la confianza de un pueblo que aspira y espera de sus elegidos un cabal cumplimiento de sus funciones en beneficio del departamento y sus pobladores todos.

*Jurista.

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