Bajas las tarifas, ´duro de matar´

Terminado el plazo que fijó el Ministerio de Minas y Energía para recibir comentarios al proyecto que busca mecanismos para que los precios de la electricidad rebajen, empezó a correr el periodo de unos diez días para que esa cartera responda las inquietudes que desde diversas instancias se le formularon a la propuesta.

“Lo que queremos hacer es darles garantías a los usuarios para que haya una justicia tarifaria y una Mayor eficiencia en el manejo de la energía en el país”, comentó la jefa de esa cartera Irene Vélez, tras su participación el jueves en el segundo Congreso Internacional de Hidrógeno, en Bogotá.

Pero la defensa de la iniciativa se le empantanó a la funcionaria cuando precisó que una de las apuestas de la norma es que haya una valoración adecuada del recurso hídrico y del térmico, poniendo como ejemplo los precios de la energía en bolsa de los últimos días.

Según Vélez, a inicios de la semana “los precios de la energía en bolsa estaban desbordados, por encima de $800 kilovatio-hora, que es absolutamente exorbitante para lo que en este momento tiene la economía de los colombianos de a pie”.

Pero la afirmación suscitó de inmediato revuelo, pues según los datos de XM, administrador del mercado de energía, entre el lunes y miércoles el precio máximo de bolsa estuvo entre $300,73 y $443,59, por lo que en su cuenta de Twitter la ministra debió precisar el alcance de su declaración.

“Hay una imprecisión en la medida de tiempo de la fecha de esos precios que se alcanzaron. Pero SÍ estamos pagando en estos días unas tarifas altísimas debido al precio de bolsa que llegó a $865 Kw/h en hora pico (9 de febrero)”, escribió Vélez, quien insistió en que su imprecisión no debe distraer de la verdadera discusión sobre la justicia tarifaria.

EL DISCURSO

Otro aspecto en el que hace hincapié la ministra Vélez es la intención de la medida responda al interés de la ciudadanía que hoy está pagando altas tarifas. “Los gremios pueden decir que no les conviene, porque aquí alguien tiene que dejar de percibir esa cantidad de ganancias. No se trata de quebrar las empresas, pero si se trata de un equilibrio porque sin este equilibrio a quien vamos a quebrar es la ciudadanía”.

El argumento resulta alineado con el expuesto a comienzos de abril, luego de conocerse el dato de inflación anualizado (13,34%), cuando el presidente Petro anunció un acuerdo con empresarios y agricultores para diseñar e implementar medidas para la reducción de los precios de los alimentos.

LAS OBSERVACIONES

Desde la presidencia de Andesco (gremio de empresas de servicios públicos), Camilo Sánchez Ortega, aseguró que ni los empresarios ni el sector están buscando que las tarifas de los servicios crezcan por encima de la inflación, “por esa razón somos los primeros que nos hemos puesto de acuerdo con el Gobierno en el pacto tarifario que se hizo en el mes de agosto del año pasado”.

También dijo que las decisiones en este frente se deben mantener dentro de argumentos técnicos y no políticos, y siempre respetando la institucionalidad.

Por su parte, Javier Gaviria Betancur, presidente de la Liga Nacional de Usuarios de Servicios Públicos Domiciliarios, comentó que es urgente el ajuste de las tarifas para no seguir perdiendo competitividad frente a quienes en el ejercicio de su misma actividad económica en sus países de origen, derivan beneficios de sus legislaciones internas, a través de tarifas de energía más asequibles.

No obstante, cuestionó el camino escogido por el Gobierno para ejecutar ese plan, pues, según Gaviria, se están dejando aspectos claves por fuera de la discusión para lograr una reducción de tarifas relevante, además de que el trámite para la expedición del decreto y las resoluciones es largo y complejo.

El dirigente abogó por una revisión a la baja de las rentabilidades reconocidas a las empresas prestadoras del servicio de transmisión, distribución y comercialización, todas por encima del 12%, cuando, según estudios de la Asociación Sindical de Ingenieros Electricistas de Bogotá, en Europa es del 4,38%.

En esa línea se ha expresado la ministra Vélez, pero ella solo habla del componente del precio en bolsa, y eso solo aplica a comercialización y generación, y deja por fuera a la transmisión y distribución, que son los componentes más altos de la fórmula tarifaria.

El caso es que a más ocho meses de la llegada de Gustavo Petro a la Casa Nariño, el objetivo de reducir los costos de la energía todavía no se refleja en las cuentas de cobro que llegan a los hogares.

En los últimos doce meses el Índice de Precios al Consumidor de la electricidad observa una variación del 19,77%, según las cuentas del Dane. En ciudades de la costa Caribe como Montería, Sincelejo, Valledupar y Cartagena el indicador supera el 29%. En Medellín y su área metropolitana también está por encima del promedio nacional llegando a 23,55%. Las menores variaciones se aprecian en Villavicencio (7,30%), Ibagué (11,22%) y Manizales (11,80%).

/Colprensa