ENVIDEO IPlaza del Mercado otra vez invadida por los informales

Caminar por algunas calles del Mercado Público de Santa Marta es sinónimo de sortear obstáculos en el recorrido, ya que a lo largo y ancho de los senderos peatonales, los vendedores informales ubican carretillas que dificultan el andar de los ciudadanos. 

Lo peor de todo, es que se puede observar desorden, gritos de ventas, bicicletas, transeúntes y vehículos que congestionan las vías de este sector, demostrando que la contaminación no solo es visual sino también auditiva.

Álvaro Vanegas, vendedor de la plaza del mercado afirmó que se sientes afectados debido a que han tenido bajas en sus ventas. “Los vendedores de aquí estamos solos, no nos visitan. A lo que venimos es a luchar y sobrevivir. Nos sentimos afectados por la cuestión del espacio público, la Udep los retira, pero a la hora tú ves a los vendedores con sus carretillas todo el día”.

Los informales que invaden el espacio público prestan servicios de venta de bebidas refrescantes, verduras, frutas, accesorios para celulares, entre otros.

Vanegas, asegura que muchos de los vendedores que estaban ubicados en los módulos del edificio del mercado decidieron bajarse para lograr obtener más ventas.

“Muchos se bajaron para vender allá afuera. La gente ya no quiere subir porque está el segundo mercado en la calle. Ya los que suben son los clientes fijos que saben que como la carretilla vende, porque no es que la carretilla venda bien, en el peso es que está fallo”.

Agregó que: “La puerta de acceso se la pasa invadida. Uno para entrar en la mañana es un problema. El andén anda ocupado y mucha gente no les gusta que los toquen. El andén alrededor del mercado lo tienen de boulevard de ron”.

Ante esta situación, HOY DIARIO DEL MAGDALENA habló con los samarios para conocer las opiniones al respecto y las percepciones estuvieron divididas. Por un lado, algunos opinaron que todas las ventas callejeras deben ser desalojadas, mientras que otros consideran que lo primero que debe hacer la alcaldía distrital es reubicarlos.

“Suena bien despejar esas zonas, pero lamentablemente Santa Marta es una ciudad sin oportunidades, donde la gente pasa muchas necesidades y les toca ganarse la vida en la informalidad, sin hacerle daño a nadie. Lo que debe hacer el distrito es organizarlos”, manifestó Andrea Ahumada.

Uno de los transeúntes que se declara afectado por la situación es Ricardo Jiménez, quien sostuvo que el problema se debe a la falta de control por parte de las autoridades del distrito sin omitir las falencias que ocasiona el desempleo.

“Una cosa es trabajar dignamente y otra muy diferente es formar el caos tan impresionante en esos sitios. En todos lados hay ventas que se apoderan del espacio público y la movilidad se vuelve tenaz”, señaló.

Los encuestados fueron más allá, asegurando que no solo las ventas ambulantes se apoderan del espacio público de la ciudad, sino también algunos restaurantes cotizados en el Centro Histórico, que tienen calles ocupadas con sillas y mesas.