“Ana inspirará a muchas mujeres”

Por

SERGIO

VILLAMIZAR D

Un buen tiempo llevaban los televidentes colombianos sin ver en un papel protagónico a Paola Turbay, pero desde la noche del miércoles está en pantalla en ‘Ana de nadie’, la nueva apuesta del canal RCN.

Se trata de una versión, actualizada a estos tiempos, de la reconocida serie de los años noventa, ‘Señora Isabel’, que ha tenido varias versiones en la televisión internacional, y que ahora retoma Paola junto a Sebastián Carvajal.

Una historia que en su momento causó conmoción hablando del amor entre una mujer después de los cincuenta, tras su doloroso divorcio, y un hombre 15 años menor y de otro estrato.

Ya superan los 60 capítulos grabados donde ella interpreta a Ana Ocampo, quien acaba de cumplir los 50, se entera de que su marido, Horacio Valenzuela, lleva dos años siendo infiel. Después de 25 años de matrimonio, Ana intenta salvar su matrimonio, pero se da cuenta de que no hay marcha atrás y toma la decisión de divorciarse. Esta inesperada y dolorosa realidad lleva a que se cuestione como esposa, madre, hija y hermana.

¿Cómo ha sido su experiencia en esta producción de RCN?

“Ana de nadie ha sido uno de los mayores regalos de mi vida, de los trabajos más emocionantes y absolutamente cautivantes. Yo estoy feliz desde que leí los libretos y sabía que iba a ser una gran historia, pero no me imaginé que Ana fuera a ser tan sensacional, porque ya vamos en el capítulo 70, de lo que hemos leído, y trabajado en escenas del capítulo 60. Es un personaje muy bonito, porque es ver a una persona que cree que lo tiene todo, que es absolutamente feliz y se da contra el suelo y tiene que atravesar toda una tormenta y es capaz de encontrar lo bonito y la belleza de nuevo.

Es un ser super noble, bondadoso, cero rencoroso, por lo que creo que Ana inspirará a muchas personas en esta serie, para entender que uno a partir de la bondad, del agradecimiento, de no tener juicios, de tener una mente mucho más abierta puede vivir mucho más a plenitud, lo que le permite a uno alcanzar más cosas de la vida”.

¿En qué se parece Ana a Paola?

“En nada. Ella es más tranquila que yo, más evolucionada, yo cuando me pongo brava lo soy mucho más que ella, aunque siento que soy mucho más fuerte que ella, mucho más curiosa y más suspicaz que ella, porque ella termina siendo demasiado ingenua y demasiado bondadosa”.

¿Un personaje que habla mucho a través de las miradas?

“Las miradas son todo. Cuando uno piensa, cuando uno siente, los ojos dicen todo, y en mi caso siempre han sido expresivos, y simplemente he permitió que Ana use mi cuerpo como un vehículo para expresarse. Las miradas son la expresión de lo que ella está sintiendo y pensando”.

¿Una historia inspiradora?

“Me encanta la idea que los televidentes puedan ver el encanto de las cincuentonas, pero sobre todo que vean la confianza y la tranquilidad que puede tener una mujer en sus cincuenta, que no tiene ese afán de parecer de 25. Es una mujer que está viviendo su edad, que confronta una situación en la que llega una de 35 que tiene la juventud, que tiene el cuerpazo, pero ella sabe dónde está su fortalezca, que en su familia, en lo que ha construido, en el amor y el tiempo que ha invertido en su familia. Todo esto es lo que perdura en la vida, porque las arrugas llegan por más que uno se inyecte”.

¿Cómo fue trabajar con Judy Henríquez?

“Trabajar con Judy es un regalo de la vida. Ella es absolutamente divina, representa esa generación de la televisión en Colombia tan importante, y cuando me dijeron que sería mi mamá, llegué con muchos nervios, pero después de la primera escena empezamos a volar juntas. Ella es un personaje divino, por lo que trabajar con ella ha sido toda una bendición, con su vitalidad que nos asombra a todos y nos inspira”.