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Sicario asesinó a papá e hija
Alejandra Llorente Salazar, de 11 años de edad, estudiante de sexto grado, fue alcanzada por una bala perdida y murió en un centro hospitalario cuando era intervenida quirúrgicamente.
Las autoridades ofrecen hasta $100 millones de recompensa por los asesinos, a quienes identificaron como alias ‘Jhoncito’ y ‘El Menor’.
La región Caribe está conmocionada y dolida. Los criminales volvieron a hacer de las suyas y a sangre fría mataron a un hombre que minutos antes había recogido a sus tres pequeñas hijas en el colegio. En el atentado, una bala pérdida alcanzó a una de las menores de edad y le produjo la muerte.
La tragedia se registró en la tarde del jueves en el semáforo que divide el flujo vehicular con destino a la Bomba del Gallo o al barrio Ternera, en la ciudad de Cartagena. Las víctimas, Jaime Antonio Llorente Arcia, de 42 años de edad, Alejandra Llorente Salazar, de 11 años de edad, y dos menores de 9 y 12 años, se transportaban en una camioneta Toyota, color blanco y placa JHU 754.
El comando de la Policía Metropolitana de esa capital informó que dos individuos a bordo de una motocicleta color rojo, uno de ellos vestido con suéter naranja, un jean azul oscuro, con gorra azul y zapatos negros, otro con un pantalón color café, una camisa con estampado azul con blanco y chanclas negras, se parquearon a un costado del vehículo que conducía Llorente Arcia.
Las cámaras de seguridad de establecimientos comerciales cercanos que grabaron el hecho de sangre, dejan ver el momento en que el parrillero presuntamente desenfunda un arma de fuego tipo pistola y sin mediar palabras, del lado de la puerta del conductor, dispara en varias oportunidades, logrando así acabar con la vida de Jaime Llorente de forma instantánea.
Realizada su ‘tarea’, el conductor de la moto aceleró y se dio a la huida con rumbo desconocido, mientras que transeúntes que escucharon las reiteradas detonaciones, se detuvieron y abrieron el vehículo en el que se transportaba Llorente Arcia con sus tres hijas que minutos antes había recogido en las instalaciones del colegio Biffi, ubicado en el barrio La Providencia.
Los testigos se toparon con una escena escalofriante. Las llamadas ‘balas perdidas’ habían alcanzado a dos de las tres menores que iban en los asientos traseros y en el delantero, es decir, el del ‘copiloto’, por lo que de inmediato las socorrieron y las trasladaron hasta la sala de urgencias del centro asistencial más cercano.
La institución policial identificó a la segunda víctima como Alejandra Llorente Salazar, de 11 años de edad. La menor llegó con mayores complicaciones y fue sometida a un procedimiento quirúrgico. Testigos contaron con dolor que la menor estaba en el asiento de copiloto y fue impactada en el abdomen.
Su frágil cuerpo, cubierto por su uniforme estudiantil estaban ensangrentados y todos comenzaron a orar para que no contara con la misma suerte de su padre, pero lastimosamente, a las 4:40 de la tarde reportaron que había muerto.
Una menor de 9 años, hermana de la segunda víctima e hija de Jaime Llorente, también resultó herida en una de sus piernas, sin embargo los médicos informaron que está fuera de peligro. La tercera niña, resultó ilesa, no obstante, está siendo tratada por especialistas psicológicos.
Este lamentable hecho es repudiado en las redes sociales. La comunidad académica pide que los violentos saquen de esta guerra a los niños que nada tienen qué ver en este lamentable flagelo.
Confirmado los decesos, unidades del laboratorio móvil de criminalística de la Policía Judicial adelantaron la inspección técnica del cadáver y una vez culminaron los actos urgentes llevaron los cuerpos hasta la morgue del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
PRONUNCIAMIENTO DE LA POLICÍA
El general Nicolás Zapata, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, afirmó que están recopilando grabaciones de cámaras de seguridad para saber cómo ocurrió este hecho de sangre y junto con la Policía Judicial, de Inteligencia y el Gaula tratan de establecer los móviles.
“Reportamos que la víctima no tenía amenazas, según sus familiares, y tampoco tenía antecedentes judiciales, por el contrario, era una persona que se dedicaba a actividades comerciales”, dice el comandante de la Mecar.
El oficial descartó que aunque los dos sicarios que participaron en el doble homicidio pertenecen a una estructura de las Autodefensas Gaitanista de Colombia o Clan del Golfo, el ataque contra Llorente no está relacionado con el crimen organizado, ni tampoco con asuntos que tendría que ver con tráfico de drogas.
Lo que sí tiene claro el general Zapata es que los dos sicarios están plenamente identificados y serían conocidos con los alias de ‘el Johncito’ y ‘el Menor’. Por ellos, la Alcaldía Distrital aumentó a 100 millones de pesos por información que permita dar con sus paraderos.
