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El Acuerdo de la Frontera, llevado a cabo en la ciudad de San Cristóbal, capital del estado Táchira, fue el escenario que reunió nuevamente en Venezuela a un importante número de representantes gremiales y gubernamentales del Norte de Santander y la región venezolana, en el que se estrecharon lazos de fraternidad para concordar los próximos pasos de cómo será la apertura comercial de frontera y los retos que se deben sortear.
A la actividad acudieron más de 200 empresarios, representantes gremiales y académicos, quienes disertaron sobre las potencialidades de ambas regiones y los intercambios comerciales que requieren de forma urgente para reactivar las economías de ambas regiones.
Allí llegaron a un acuerdo en materia de políticas públicas y concretaron que en los próximos días llevarán a cabo una nueva reunión en Cúcuta, en donde se desarrollará una rueda de negocios, como un primer paso para rehacer las relaciones entre las empresas, en el que es posible que se cree un nuevo mapa de actores comerciales, expuso Maximiliano Vásquez, presidente de la Fedecamaras Táchira.
Por ello, las expectativas siguen girando en torno al 8 agosto, fecha en la que ya se pudiera tener el decreto de apertura comercial, pero dicha palabra está en la voz del presidente Gustavo Petro, añadió Vásquez.
El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, señaló que ya están analizando las políticas públicas en materia de servicios públicos en los municipios de frontera del estado Táchira como: dotación de agua, electricidad, internet y el mantenimiento de los puentes internacionales, que son estructuras que datan desde hace más de 70 años.
Durante su intervención, el gobernador del Táchira consideró que, inicialmente, el pasó se dará para un grupo de mercancías, sin embargo, los importadores y exportadores tradicionales, así como auxiliares aduaneros, esperan que el paso de la carga sea para todo el universo de mercancías, sujetas al control aduanero, con el mismo tratamiento que se le da al cruce de mercancías por la frontera de Paraguachón.
Refirió que a mediano plazo sería la apertura del Puente de Tienditas, pero para que funcione, se necesita una infraestructura de parte de Venezuela que no se ha construido, y ella sería un par vial que conduciría entre Tienditas- Peaje de San Antonio- Peracal- Las Dantas- Rubio y conexión con los llanos venezolanos. Bernal aseguró que es una obra de infraestructura que es necesaria para el comercio de mercancías, en vista que las vías de la zona fueron construidas apenas para el 10 % de lo que circularía en la frontera.
A pesar de que el mandatario del estado Táchira dijo que Venezuela no tiene ningún impedimento político o jurídico para apertura de la frontera, mencionó que solo falta la reunión entre el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Policía Nacional de Colombia y la Guardia Nacional de Venezuela, a fin de acordar los trámites aduaneros del comercio exterior.
No obstante, los trámites administrativos y costos de aranceles deberán ser establecidos por comisiones que aún no están designadas, acotó Bernal, y a su juicio, lo más importante, es que la voluntad política ya está dada.
«Seguramente cuando ambos presidentes se pongan de acuerdo, habrá una comisión de ambos países para ponerse de acuerdo en esos detalles», expresó Bernal y afirmó que más nunca volverá a estar cerrada esta frontera.
Gabriel Becerra, congresista electo de Colombia, apuntó que esta reunión está mirando el futuro de dos pueblos hermanos, que es imposible de separar. Becerra aseguró que el 8 de agosto la frontera será abierta como decisión política, hecho que traerá un crecimiento a diversos sectores comerciales de ambas regiones.
«Este es un compromiso del programa de gobierno y lógicamente se va a exigir reactivar muchas instancias. Es que prácticamente las autoridades de Colombia y Venezuela hoy día no se hablan, la seguridad de la frontera es traumático en la medida en que la fuerza pública de un país no se habla con la del otro país», puntualizó.
Por su parte, Tiziana Polesel, representante de Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) en Venezuela, destacó que este encuentro significa la posibilidad de retomar una relación comercial, diplomática, consular que nunca se debió perder, en vista que ambos países son clientes y proveedores naturales.
Ante la propuesta del gobernador del Táchira, Polesel puntualizó que es el mercado el que tiene que decidir qué tipos de mercancías van a transitar y con qué gradualidad, pues cualquier tipo de intervención del gobierno o cualquier ente externo del punto comercial, es una intervención negativa, ya que tras siete años sin flujo permanente, se deben reiniciar las relaciones de manera lenta.
“Cualquier noticia que nos lleve a pensar que esas relaciones se van a retomar de manera constante, fluida y formal, nos dice que definitivamente puede ser importante no solo para el estado Táchira sino para el resto del país, porque muchos productos colombianos pueden ser comercializados en Venezuela y muchos productos venezolanos están esperando retomar los mercados afuera”, detalló Polesel.
Aunque la presidenta de Consecomercio dejó claro que esto no podría ser tan rápido como mucha gente cree, en vista que cuando se interrumpe una relación comercial, retomarla nuevamente es muy trabajoso, ya que otro ocupó ese mercado.
Para Adán Celis, primer vicepresidente de Fedecamaras en Venezuela, es relevante que de forma definitiva, general y completa se abra la frontera, pues “no se puede permitir que por diferencias y momentos entre gobierno que la gente sea la que paga los platos rotos”.
“Nosotros hacemos el impulso de que se cree un marco jurídico en el cual las mercancías tienen que transitar pagando sus impuestos y derechos”, argumentó Celis.
Recuperar la confianza
“Destruir es fácil y construir es lento”, dijo Germán Umaña Mendoza, presidente de la Cárama Colombovenezolana (Covecol), quien denotó que este año tienen previsto un intercambio comercial entre 1.000 millones y 1.200 millones de dólares.
En cuatro años, con la recuperación de la estructura productiva venezolana, los cálculos de la Covecol estiman un intercambio de 4000 millones de dólares, monto que no es ni siquiera la mitad de lo que ocurrió en la mejor época.
El sector empresarial que representa la Covecol está dispuesto a pasar la frontera por donde menos costoso sea, precisó Umaña, pero todo indica que se va a recuperar el comercio legal, que en algún momento representó el 50% del comercio entre Colombia y Venezuela.
Para recuperar la confianza en Venezuela, el presidente de Covecol mencionó que es importante mantener la institucionalidad, acuerdos internacionales y seguridad jurídica, a fin de evitar repetir situaciones del pasado.
Carlos Luna, presidente del Comité Inter gremial de Norte de Santander, enfatizó que con la reactivación económica se incrementarán por tres los visitantes de un lado y otro de la frontera, pues recordó que por los puentes internacionales pasaban al rededor de, 14000 vehículos por el Puente Simón Bolívar y 14000 por el Puente Francisco de Paula Santander.
“Ya no más intercambio por las trochas, es el momento de la legalidad y de la industrialización en la frontera”, aseveró Luna.
/Colprensa