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El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el arzobispo Vincenzo Paglia, ha asegurado que la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de revocar el derecho constitucional al aborto es «una poderosa invitación a reflexionar juntos».
«Frente a la sociedad occidental que está perdiendo su pasión por la vida, este acto es una poderosa invitación a reflexionar juntos sobre el grave y urgente problema de la generatividad humana y las condiciones que la hacen posible; al elegir la vida, está en juego nuestra responsabilidad por el futuro de la humanidad», señala.
En un comunicado recogido por Europa Press, la Pontificia Academia para la Vida se ha unido a la declaración de los obispos de los Estados Unidos. «Se trata de desarrollar opciones políticas que promuevan condiciones de existencia a favor de la vida sin caer en posiciones ideológicas a priori. Esto significa también asegurar una educación sexual adecuada, garantizar una asistencia sanitaria accesible a todos y preparar medidas legislativas para proteger la familia y la maternidad, superando las desigualdades existentes», señalan.
Por ello, consideran que es un momento para sanar las heridas y reparar las divisiones sociales, para la reflexión razonada y el diálogo civil y para la unión para construir una sociedad y una economía que apoye a los matrimonios y a las familias, «y en la que cada mujer tenga el apoyo y los recursos que necesita para traer a su hijo a este mundo con amor».
Del mismo modo, subrayan que el dictamen del Tribunal muestra cómo la cuestión del aborto sigue suscitando un «acalorado debate». «El hecho de que un gran país con una larga tradición democrática haya cambiado su posición sobre esta cuestión también interpela al mundo entero. No es justo que el problema se deje de lado sin una consideración global adecuada. La protección y defensa de la vida humana no es una cuestión que pueda quedar confinada al ejercicio de los derechos individuales, sino que es un asunto de amplio calado social», declaran.
Por todo ello, instan a reabrir un debate no ideológico sobre el lugar que ocupa la protección de la vida en una sociedad civil para preguntarse qué tipo de convivencia y sociedad se quiere construir. Del mismo modo, piden que se le dé «una sólida asistencia a las madres, a las parejas y al niño por nacer, que implique a toda la comunidad, fomentando la posibilidad de que las madres con dificultades sigan adelante con el embarazo y confíen el niño a quienes puedan garantizar su crecimiento».
/Colprensa