Un vecino la torturó e intentó abusarla

  Conmoción, tristeza y repudio ha generado la grave denuncia que hizo una madre habitante del corregimiento de Guachaca, zona rural de Santa Marta, quien reveló que su hija de 20 años de edad fue secuestrada, torturada y también fue víctima de un intento de abuso sexual. 

Yosnely Prieto, madre de Yermaní Naireth Prieto Hernández (víctima de las agresiones), relató que los hechos ocurrieron el 11 de febrero del presente año cuando su hija se encontraba departiendo con un grupo de amigos en la vereda Don Diego y decidió irse a su residencia, pues tenía sueño.

Fue en ese momento cuando un vecino se ofreció a transportarla, sin embargo nunca imaginó que lo peor llegaría. Ya en la calle de su vivienda el individuo le pidió que lo acompañara metros más adelante, pero Prieto Hernández se negó y le pidió que se detuviera, de lo contrario se lanzaría de la moto.

“Cuando ella me manifiesta eso, él se devuelve bravo y se detiene en un lote baldío, ahí le propone que tengan relaciones sexuales como en otras veces se lo había propuesto, esta vez ante la respuesta negativa de mi hija la empezó a golpear y desprendió un elemento de su moto para amarrarla”, relató Yosnely Prieto.

Ante las brutales agresiones con objetos contundentes y las múltiples heridas en diferentes partes de su cuerpo, Yermaní se lanzó a una zona enmontada y se hizo pasar como muerta, debido a que el individuo no paraba de golpearla y cortarla.

“Él le daba vuelta y la miraba para ver si se movía. Él la deja tirada en el monte y luego la encuentran; la socorrieron y la llevaron hasta el puesto de salud de la población. El presunto agresor se llama José Adrián Meza Cáceres”, agregó en su relato Yosnely Prieto.

Debido a la gravedad de las heridas, Prieto Hernández fue conducida en una ambulancia hasta una clínica de mayor nivel en Santa Marta, en donde estuvo 10 días recluida en coma.

“Mi hija perdió un ojo, tiene laceraciones grandísimas en todo el cuerpo, debido a esto estuvo 10 días en coma. Él dice que chocaron contra un poste de señalización, pero mi hija no tiene ni un solo dedo fracturado y los médicos me dicen que si eso hubiese pasado tuviera fracturas en las extremidades y la cabeza”, finalizó.

Yosnely Prieto desde el día en que se registraron los hechos se acercó a la URI de la Fiscalía para instaurar la denuncia correspondiente, sin embargo esta fue recibida después de 10 días y procesada no como tentativa de feminicidio sino como lesiones personales.