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Minca necesita con urgencia orden e infraestructura para el visitante
Hay ausencia de controles por parte de la autoridad del tránsito y de la Policía de Turismo, especialmente en esta temporada alta.
POR
EDGAR
TATIS GUERRA
Gracias a que se convirtió en la capital ecológica de Colombia y uno de los sitios ecoturístico más atractivo de la región, la gran afluencia de visitantes que llegan al corregimiento de Minca ha desbordado la capacidad en esa población de la zona rural de Santa Marta lo que ha obligado a sus habitantes a ser recursivos para brindar las mejores experiencias, pero que sin lugar a dudas deteriora el destino.
El Distrito samario no tiene en estos momentos una respuesta al auge que está viviendo Minca. Allí es precaria la infraestructura que se tiene para atender a miles de visitante.
Ante la buena acogida que ha tenido en esta temporada ese territorio catalogado como la capital ecológica de la Sierra Nevada, el flujo vehicular no encuentra áreas para parquear originando trancones e incomodidades tanto para el acceso a Minca como para la salida, sencillamente porque la capacidad de carga se desborda y colapsa.
De manera improvisada algunos líderes de Minca se han visto obligados a usar la cancha de fútbol como zona de estacionamiento y parqueo a los primeros vehículos que llegan muy temprano. Apenas se completa la capacidad que dispone el escenario deportivo inician los inconvenientes para quienes desean disfrutar de los encantos que posee este destino rural.
Según Nedilet Barbosa Domínguez, representante de la Junta de Acción Comunal de Minca y gestora de deportes, la cantidad de turistas que llegan a vivir las experiencias en esa población ha sido numerosa lo que es algo muy positivo a los habitantes que perciben ingresos por la prestación de los servicios.
“La cancha Jesús ‘Chucho’ Martínez se ha convertido en un parqueadero para poder albergar a todos los visitantes que llegan acá porque los dos parqueaderos que funcionan son insuficientes. Por esta razón nos toca coger la cancha que es el único espacio de recreación para nuestros niños y ayudar al flujo vehicular acá en Minca”, manifestó.
La lideresa también comentó su gran preocupación ante la ausencia de un control por parte de la autoridad del tránsito o de la Policía de Turismo especialmente en esta temporada alta ya que los turistas llegan y se estacionan en cualquier lugar generando traumatismos en la movilidad ya que las calles son muy angostas.
El gran número de visitantes nacionales y extranjeros que llegan a Minca sin controles por parte de las autoridades deja al ‘desnudo’ la falta de una verdadera política de turismo rural en el Distrito que permita organizar y afianzar los productos turísticos que se ofertan en ese territorio.
POZAS SÉPTICAS
Al referirse a algunas otras problemáticas que afronta Minca, Nedilet Barbosa mencionó la falta del alcantarillado lo que ha obligado a los empresarios del turismo, comerciantes y a los pobladores a construir pozas sépticas.
“Nosotros contamos con un acueducto artesanal que gracias a Dios se va organizando cada vez para que brinde sus servicios, pero lo que sí tenemos es una problemática con las aguas residuales, en cada casa hay pozas sépticas, pero hay personas que obviamente no van a echar las aguas residuales a éstas, sino que las vierten al río. Hay construcciones de tipo turístico con piscinas que arrojan agua con cloro al río, nos está quedando corto que nos reconozcan como capital ecológica porque nos hace falta más sentido ambiental”, denunció.
NUEVAS EXPERIENCIAS
La gran mayoría de visitantes que llegan a Minca aprovechan para bañarse en el río que ofrece aguas frescas, y también pueden almorzar en sus alrededores. Según Aldaris Ibarra Escobar, quien administra un restaurante en la población, dijo que la presencia de turistas representa una bendición a los habitantes y comerciantes.
“Nos hemos esforzado por mantener los alrededores del río bien aseados, libres de basuras, de tal manera que los turistas disfruten una estadía placentera acá. Por fortuna ya no se permiten los sancochos de olla porque estaban ocasionando mucha contaminación, ahora existe más conciencia de la preservación del medio ambiente y eso es positivo”, manifestó.
Al referirse a la reactivación económica, Aldaris afirmó que va por buen camino porque han llegado bastantes visitantes tanto nacionales como extranjeros.
“Los turistas extranjeros nos dan ejemplo con sus buenas acciones en cuanto a la recolección de las basuras y sus consejos que nos permiten mejorar el destino, ellos tienen una mayor sensibilidad respecto al medio ambiente, les agrada tomar café, caminar, comer saludable y explorar el paisaje”, indicó.
En Minca a solo 45 minutos de Santa Marta se puede realizar la observación de aves en compañía de un guía profesional local como lo es Cristián Manrique, quien los traslada hasta la Vereda Bella Vista a vivir una experiencia única que inicia con un desayuno campesino que incluye café orgánico de la Sierra Nevada de Santa Marta, mientras se disfrutan de más de 20 especies de aves endémicas que posee la Sierra.
La actividad inicia a las 5:30 a.m. saliendo de Minca hacia la Vereda Bella Vista donde en una caminata de aproximadamente 3 horas se tiene la oportunidad de avistar un promedio de 40 especies de aves entre ellas algunas endémicas como lo es el Gorrión Montes de Santa Marta (Santa Marta Brushfinch), El Hormiguerito Rabilargo (Santa Marta Antbird). Pero también otras especies de interés como la Clorofonia VerdiaAzul (Blue-napped Chlorophonia) o el Tucán Caribeño (Keel-billed Toucan).