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La Corte Suprema de Justicia avanza en el estudio de la solicitud de extradición solicitada por Estados Unidos en contra del hoy capturado Dario Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, máximo líder del ‘Clan del Golfo’ y considerado el narcotraficante más buscado en el mundo.
Así mismo, este jueves, la Sala Penal avaló la extradición de Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias ‘Nicolás’, señalado de ser el segundo al mando de este temido ‘Clan’ y quien fue capturado en el año 2018 en Antioquia.
Sumados a estos dos grandes golpes, día a día las autoridades logran la detención de miembros de esta organización y según cifras entregadas por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) a Colprensa, en 1.749 operaciones realizadas desde el año 2015, se han logrado capturar a 3.829 personas pertenecientes al ‘Clan del Golfo’ y 202 personas han sido abatidas por las autoridades en el marco de la confrontación.
Así mismo, se han realizado 1.773 diligencias de allanamiento, en las que se han incautado 450.437 toneladas de cocaína (361.073 toneladas en el país y 89.364 toneladas en el exterior) y se ha logrado la destrucción de 136 laboratorios de producción de base de ‘coca’. Adicionalmente, han sido ocupados con fines de extinción de dominio 3.286 bienes, avaluados por un valor de $10.408.949’204.900.
Todos estos golpes, según el presidente de la República, Iván Duque, llevan a asegurar, que para él, el ‘Clan del Golfo’ ya se acabó como estructura, así lo dijo en una entrevista radial hace pocos días: “El ‘Clan del Golfo’ como estructura monolítica ya llegó a su final, porque se rompió la cadena de mando completamente y ahí estaba altamente concentrado en la figura de alias ‘Otoniel’. Ahora bien, hay unos reductos que seguirán siendo enfrentados. El Bandido alias ‘Siopas’ y el otro bandido que se hace llamar ‘Chiquito Malo’, también estamos tras ellos y se entregan o los vamos a golpear con severidad”, dijo el presidente.
Tras la aseveración, surge la duda sobre si verdaderamente se puede decir que el ‘Clan del Golfo’ ya se acabó como estructura monolítica y la respuesta en la que coinciden analistas e incluso las mismas autoridades, es que si bien los últimos golpes han sido importantes contra esta organización, no es correcto afirmar que el ‘Clan’ no sigue siendo una estructura criminal de grandes proporciones, que tiene una organización interna definida.
La Dijín, en conversación con Colprensa, asegura que el cambio principal en el ‘Clan’, con los últimos golpes realizados por la fuerza pública, radica en que la estructura deja de ser jerárquica, y coincide con el presidente diciendo que ya no hay una cadena de mando definida.
“La captura de alias ‘Otoniel’ significó el resultado operacional más importante contra la estructura, dando fin a la trayectoria de uno de los narcotraficantes con un prontuario de dimensiones históricas (…) Aunque esto no signifique el fin de la estructura, sí se constituye en el inicio de un viraje hacia la descentralización en materia de capacidad de cohesión y liderazgo criminal, que desembocará en el surgimiento de subestructuras independientes”, dijo un vocero de la Dijín a Colprensa.
Lo anterior significa que, ante la ausencia de cabecillas con trayectoria y experiencia delictiva, sus mandos medios posiblemente mantendrán una dinámica autónoma, sin las características de una organización jerarquizada, es decir, sin directrices, sin doctrina y sin cadena de mando.
¿SE INTENSIFICA LA CONFRONTACIÓN?
Con la diversificación y reconfiguración del ‘Clan del Golfo’, posiblemente aumentará la confrontación y la violencia en las regiones, por cuanto habrá más actores luchando por el control del territorio para el tráfico de droga.
“Un escenario previsible sería la confrontación al interior de estructuras y subestructuras por el control de las rentas criminales derivadas del narcotráfico, las zonas de producción y las rutas de comercialización de estupefacientes hacia los mercados en Europa, Centroamérica y Estados Unidos”, aseguraron las autoridades.
Así lo advierte también Ángela Olaya, cofundadora e investigadora de la Fundación CORE, quien asegura que la esencia del ‘Clan del Golfo’ o las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) se ha expandido a través de las llamadas franquicias.
Olaya asegura que actualmente el ‘Clan’ tiene hombres a lo largo del país y que con el pasar del tiempo, se ha presentado una reestructuración en la organización.
“En zonas como el Chocó y Urabá están completamente minadas por las AGC, que es el mismo ‘Clan del Golfo’… Hemos visto que se están expandiendo y lo que tendremos ahora es nuevos comandantes que estarán a cargo de cada uno de los frentes. No necesariamente serán o tienen que ser los más visibles, porque en el bajo mundo criminal se ha aprendido que entre menos visibles mejor”, dice Olaya.
Por otro lado, Diana Marcela Agudelo, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia, asegura que la dinámica del ‘Clan del Golfo’ es sumamente compleja y que esta organización está lejos de llegar a su fin.
“Este grupo, cada vez con más fuerza, maneja armas, rutas y producción de drogas (…) como investigadores tenemos una dificultad y es que la presencia ha sido tan prolongada para las comunidades y la violencia ha sido tan prolongada, que a veces la gente no distingue entre el ‘Clan del Golfo’ y otras estructuras, porque hay una continuidad en en el tiempo. Las dinámicas son muy violentas y las disputas se mantienen en el territorio”, aseguró.
Agudelo agrega que “hablar de la extinción del ‘Clan del Golfo’ nos pone en una dificultad seria, que es pensar que no es un grupo aislado, sino que está en una cadena en que constantemente se está reconfigurando”.
Adicionalmente la docente e investigadora asegura que este grupo cada vez más acoge las prácticas que tenían los grupos paramilitares y que tienen una permanencia muy importante en el territorio. Incluso, asegura Agudelo, estas estructuras pagan una renta mensual de hasta tres millones de pesos a las personas que se unen a sus filas, “para un muchacho en una zona tan alejada y rezagada esto es muchísimo dinero, no ven otra opción que unirse a estos grupos”.
Las autoridades y las investigadoras coinciden en afirmar que la situación actual del Clan del Golfo, acelerará la dinámica de confrontación con el ELN y los grupos armados organizados en Chocó, Antioquia y Córdoba, escenarios en donde además podría incrementar la deserción de integrantes o su adhesión a otras estructuras criminales.
La Dijín aseguró a Colprensa que la ofensiva que en este momento funciona en contra del ‘Clan del Golfo’ tiene el propósito de continuar con los procesos investigativos y de inteligencia contra el mando y el control de los reductos que están atomizados a nivel nacional. Sin embargo, su objetivo principal es atacar a “los narcos puros”.
¿CÓMO SE INTEGRAN LAS ESTRUCTURAS DEL ‘CLAN’?
A partir de las investigaciones de inteligencia de la fuerza pública, se encuentra que el grupo armado actualmente está conformado por 4 estructuras, 22 subestructuras y 2 comisiones, al mando de cinco cabecillas de confianza que en su momento tenía alias ‘Otoniel’, encargados de emitir orientaciones a nivel en la organización.
A nivel orgánico, se encuentran cabecillas de estructura, subestructuras, armados, urbanos, seudopolíticos y financieros.
Los cabecillas de estructura que hacen parte del Clan del Golfo, son los encargados de seleccionar el personal de confianza que se encargará de asumir la responsabilidad como cabecilla en cada subestructura, determinando sus áreas de influencia criminal.
Los integrantes rasos de la estructura se caracterizan por su arraigo en región donde hace presencia la estructura criminal, a quienes se les paga un salario por las actividades criminales que desarrollan en la zona.
Los integrantes de la cadena de mando tercerizada cumplen funciones similares a las redes de apoyo (milicias), en zonas urbanas de los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó, siendo los responsables del abastecimiento de armas, elementos logísticos y desarrollar actividades de reclutamiento ilícito.
Para la organización criminal, las estructuras tienen el mismo alcance narcotraficante, sin embargo las estructuras Central de Urabá y Roberto Vargas Gutiérrez tienen unas capacidades más grandes, ya que tienen un brazo armado más grande, que les han permitido sostener confrontaciones con otros grupos ilegales.
/Colprensa