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La reapertura de la frontera ha despertado muchas expectativas por las consecuencias que podría traer a la región y por ser el jalón que necesitaría la economía local para terminar de reactivarse, tras seis años de cierre comercial entre Colombia y Venezuela por Norte de Santander.
Ayer, durante el foro ‘Implicaciones de la apertura de la frontera, a la luz de los indicadores de percepción de Cúcuta, Cómo Vamos’, representantes de los sectores implicados mostraron un panorama posible ante la normalización del paso por los puestos fronterizos, tanto de manera peatonal como comercial.
En el encuentro, moderado por Estefanía Colmenares, directora del diario La Opinión y Débora Guerra, rectora de la Unilibre Cúcuta, participaron Armando Peña, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta; Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Económico de Cúcuta; Francisco Unda, gerente de la ANDI Norte de Santander; Víctor Bautista, secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de Norte de Santander; Mayid Gene, secretario de Tránsito de Cúcuta; Kenny Sanguino, docente investigador de la Unilibre y el brigadier general Oscar Moreno, comandante de la policía metropolitana de Cúcuta.
Para Francisco Unda, hay que ser responsables y cuidadosos cuando se habla de las expectativas que pueden generar la apertura de la frontera, sobre todo, en temas de empleo.
“Vamos a tener un impacto en la generación de empleo y vamos a tener sectores reactivados, pero dudo mucho que eso vaya a mover los indicadores generales en términos de empleo y la posición de la ciudad dentro del ranquin de ciudades con mayor desempleo del país. Antes de que empezaran los problemas de la frontera, con el paso abierto, teníamos indicadores similares y ocupábamos posiciones similares”, dijo Unda.
Sin embargo, recalcó que sí se tendrán sectores reactivados, pero que sobre todo se ofrecerán oportunidades para las personas que por el cierre tuvieron que pasar a la informalidad.
“La reactivación del comercio generará la oportunidad de recuperar unos empleos que Cúcuta tenía históricamente. Son alrededor de unas 1.000 plazas de trabajo relacionadas con comercio exterior, pero esto será progresivo y dependerá de la confianza que se pueda establecer entre las dos partes”, puntualizó Unda.
Optimistas ante la apertura
Ante la posible normalización, la Cámara de Cámara de Comercio de Cúcuta hizo un ejercicio con escenarios reales en materia de generación de empleo y concluyó que el impacto podría significar la consecución de unos 12.000 empleos. Además, se abrirían nuevas oportunidades en exportaciones, llegada de viajeros y otros sectores afines.
“El cierre sí redujo esa dinámica empresarial que había y aumentó la inflación”, dijo Peña.
El secretario de Desarrollo Económico de la alcaldía de Cúcuta, Sergio Maldonado, dijo que sí habría un impacto inmediato frente a la expectativa del comercio, donde seguramente haya una mejora sobre todo a final de año.
“En cifras relacionadas con el mercado laboral esperamos llegar a las que teníamos en 2019. Inicialmente se estima una recuperación de 2 o 3 puntos porcentuales”, dijo Maldonado.
Actualmente, el índice de desempleo en Cúcuta es de 20,4% y en 2019 era de 16%.
De acuerdo con Maldonado, la recuperación de esos empleos va a estar relacionada con la confianza jurídica y la constancia que significa la apertura de la frontera.
“Sabemos que es un proceso gradual y es necesario que podamos sostener esos pasos regulados. Tras la apertura la demanda de mano de obra quizás crezca y desde la alcaldía estamos con estrategias enfocadas para apoyar ese tema”, apuntó.
Los cambios han unido la frontera
Víctor Bautista, secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de la Gobernación, fue asertivo ante el panorama y resaltó que independiente de las situaciones diplomáticas y políticas se debe conservar el paso fronterizo.
“Venezuela ha tenido unos cambios muy veloces que se fueron hacia una economía controlada por el Gobierno, sin embargo, el mercado ha hecho un equilibrio propio y hoy podríamos decir que el Táchira sea ‘pesificado’ y eso ha unido más las regiones”, sostuvo Bautista.
Aseguró que los dos países preferirían verse a distancia, pero que están conectados a pesar de todo lo que ha ocurrido y con graves consecuencias.
“Ahora hay un asinceramiento de lo que está ocurriendo institucionalmente y la necesidad de tener canales de comunicación. En la frontera siempre creo que ha habido un equilibrio y una complementariedad que se interrumpió, pero que poco a poco está retomando y nosotros como institucionalidad tenemos que ser consecuente con esa realidad y quizás vamos más lento, pero la reapertura requiere una serie de medidas que hay que pensarse para que se pueda dar de la mejor manera posible”, dijo.
Recordó también que en el Táchira están preparando una regulación para abrir cuentas en pesos, hacer transferencias en pesos y eso quiere decir que el peso es prácticamente una moneda oficial en ese territorio y que Norte de Santander y Táchira están más integrados.
“La unión monetaria es uno de los principios básicos en la integridad entre dos regiones”, resaltó Bautista.
Sobre cuando finalmente se dará el paso formal dijo que serán que para este fin de año se tenga una reconexión en lo relacionado con el tema de personas y el tema aduanero.
Explicó que entiende la ansiedad que pueda generar el tema en los interesados, pero que todas esas decisiones operativas requieren más de una reunión.
/Colprensa