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La crítica situación que se vive en clínicas y hospitales del país   

Por:  

Angie Nataly  

Ruiz Hurtado 

“Este es el momento de máxima tensión que hemos tenido en toda la vida en el sector hospitalario colombiano”. Así describe el personal de clínicas y hospitales la situación que se vive dentro de los centros de salud, en medio del tercer pico de contagios de Covid-19, que se ha ido convirtiendo más bien en una meseta de casos y muertes.

La situación es crítica. Aunque el país pasó de tener 5.000 camas a más de 13.000, y logró aguantar la presión y superar el primer y segundo pico de contagios, hoy la situación es diferente y los servicios están en su máximo nivel de presión y ocupación. ¿Cuál es el estado actual de los servicios de salud? ¿Podemos hablar de un colapso del sistema? ¿Qué hacer al respecto?

En este tercer pico, el país sobrepasó por primera vez una ocupación del 85 % en las camas de cuidado intensivo y ha estado por debajo de las 2.000 camas disponibles por primera vez en casi año y medio de pandemia. Según los datos del Ministerio de Salud, esta semana la ocupación de UCI se acerca al 87 %.

Estos datos mostrarían que el país tiene todavía un margen de maniobra para atender a los pacientes, pero los médicos indican algo diferente. Herman Bayona, presidente del Colegio Médico de Bogotá, asegura que podrían decir que las unidades de cuidado intensivo ya superan el 100 %. Esto debido a que ya están ocupadas las UCI normales y las UCI de expansión, e incluso hay ventiladores por fuera de las unidades de cuidado intensivo en zonas que no están destinadas para tal fin.

 “Si uno cuenta las UCI normales, más las UCI de expansión, más todos los ventiladores que están por fuera de las unidades de cuidado intensivo, estamos en una ocupación por encima del 100 %”, explica.

Pero, además, afirma que hay otros índices que deben medirse para entender la situación actual, por ejemplo la ocupación en los servicios de urgencias o en los pisos de hospitalización.

Según Bayona, el índice de ocupación de urgencias es del 200 % y del 300 % en algunas capitales. En esto coincide Juan Carlos Giraldo, director general de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), quien dice que “en los servicios de urgencias estamos sobrepasados en la capacidad de oferta disponible, es decir, en urgencias ya tenemos mucha más gente esperando de la capacidad que tenemos”.

Además de las urgencias, Bayona explica que también hay una sobreocupación en las salas llamadas UCRE: Unidades de Cuidado Respiratorio Especial, espacios que se han abierto para atención respiratoria, en donde se albergan pacientes que deberían estar en UCI, pero que no lo están por falta de ventiladores. En dichos espacios, se les da a los pacientes ventilación no invasiva o algún otro tipo de soporte ventilatorio.

“El otro punto es el tema de los servicios de hospitalización. Cada día se van desplazando más las patologías normales, es decir, se están dando más pisos para covid que para enfermedades como la diabetes, la hipertensión, los infartos, entre otras”, indica el médico.

“La situación realmente es bien crítica y por eso hablamos del colapso del sistema de salud”, agrega el presidente del Colegio Médico de Bogotá.

En eso coincide Víctor Castillo, presidente de la Fundación Cardiovascular de Colombia y el Hospital Internacional de Colombia, en Santander. Según Mantilla, los hospitales están al 100 % de su capacidad hace dos o tres semanas, pero el mayor problema es que hoy casi toda la red está al 100 %, lo que limita aún más la atención de los pacientes.

 “Estamos en un colapso hospitalario. Toda la red está ocupada al 100 %, ese realmente es el problema más grave. Hoy los hospitales y el servicio médico no podemos cuidar a los ciudadanos”, indica Castillo.

Pero el sistema de salud enfrenta dos problemas más. El primero, que comienzan a escasear los equipos y los insumos para atender a tantos pacientes de forma simultánea. Escasean los puntos de oxígeno, las cánulas de ventilación, los guantes, las jeringas, pero también los medicamentos como sedantes y anticoagulantes.

 “Hemos conocido de unidades de cuidado intensivo que disminuyen la cantidad de sedantes en los pacientes y esto hace que sea mucho más difícil el manejo de estos pacientes. Hay escasez de anticoagulantes. En la Subred Sur, por ejemplo, supimos de hospitales que tenían necesidad de 70 u 80 ampollas de anticoagulación para un día y tenían solamente 20 o 25 ampollas”, cuenta Bayona.

Escasea también el oxígeno. Giraldo menciona que algunos de los grandes proveedores de oxígeno han afirmado que no tienen la capacidad para suplir la creciente demanda de servicios de salud y de uso de oxígeno. Además de la enorme demanda, los bloqueos han generado problemas en la llegada oportuna de este insumo clave para los hospitales.

Según la Cámara de Gases Industriales y Medicinales de la ANDI, la sobredemanda que se vive no tiene precedentes en el país. La necesidad de oxígeno para la red y la necesidad de cilindros de oxígeno llega al 400 %.

 “En ciudades como Bogotá, el requerimiento de oxígeno para las redes de gases medicinales, así como de cilindros y concentradores, se ha duplicado (y en algunas instituciones, triplicado) durante los primeros días de junio con respecto al mes pasado. A lo anterior se suma el cada vez mayor número de pacientes atendidos con oxígeno en sus casas, el cual se ha triplicado en la última semana”, indica Ingrid Reyes, directora de la Cámara de Gases Industriales y Medicinales de la ANDI.

El otro problema que enfrenta el sistema es el agotamiento del personal de salud. Además de llevar 16 meses atendiendo la pandemia, el personal ha tenido que doblarse en turnos para poder atender la expansión de los servicios de salud y la enorme demanda de pacientes en UCI y en otros servicios clínicos.

 “El personal está desesperado, se siente solo enfrentando una emergencia sanitaria. El cansancio es evidente. Las jornadas laborales son muy largas, el estrés laboral es muy alto y el estrés emocional muy alto”, indica Bayona, quien explica que sumado al agotamiento, hoy el personal de salud sigue enfrentando condiciones laborales precarias, con contratos a término fijo que terminan cuando los picos de contagio comienzan a bajar.

Por todo esto, para muchos profesionales el sistema colapsó. Para otros, existe todavía un margen de maniobra para atender la emergencia, pero el panorama sí es el más crítico que se ha vivido hasta el momento.

 “Todavía no hay colapso. Todavía hay una capacidad, por ejemplo, para hacer movimientos de pacientes de un sitio a otro, de una ciudad a otra. Pero lo que sí hay que decir es que estamos muy cerca del colapso, porque manejar una disponibilidad del 3% o menos, o de hecho menos del 10% o del 15% ya es una situación muy riesgosa para poder garantizar el éxito en la atención”, afirma Giraldo.

Ahora, ¿qué podemos hacer ante el riesgo inminente de colapso y la crítica situación que se vive actualmente? Bayona resalta que lo primero que hay que tener claro es que hoy la situación es crítica, pero puede llegar a ser incluso peor. Por eso, lo que hay que hacer desde ya es evitar que las cosas se agraven aún más.

Para ellos, lo primero es postergar la reapertura hasta que sea un momento epidemiológico adecuado, es decir, cuando bajen la tasa de circulación del virus, la tasa de infección y la ocupación de las UCI.

 “Necesitamos tomar medidas epidemiológicas serias, coherentes. No podemos darle el mensaje errado a la ciudadanía de que la pandemia se acabó y que a partir de ahora estamos en una apertura económica”, indica el médico.

Al respecto, Giraldo agrega que “es una verdadera paradoja que en el momento que más necesitamos control tanto del comportamiento individual como colectivo se hagan anuncios por parte de las autoridades sobre apertura indiscriminada”.

Pero sumado a esto, indican que es una prioridad evitar la llegada de pacientes a urgencias, tanto pacientes de otras patologías como de covid-19. Para esto, las EPS deben activar mecanismos de atención domiciliaria, enviar a pacientes con otras patologías a centros de primer y segundo nivel y activar metodologías de atención temprana que eviten que los pacientes covid lleguen en estados críticos a los centros de salud.

 “Hoy las UCI no están llenas solamente de pacientes covid. Hay enfermedades generales, accidentes, traumas, etc. Si logramos contener una parte de estos movimientos podríamos liberar un poco de esa capacidad y expandirla para atender más pacientes covid”, dice Giraldo, coincidiendo en que hay que descongestionar los servicios y liberar camas, puntos de oxígeno y unidades respiratorias.

Los profesionales de la salud también destacan que es importante que Colombia se convierta en un solo hospital, facilitando la remisión de pacientes a cualquier lugar del país en donde exista una cama disponible y evitando que sea tarde para el momento en que los pacientes consigan atención.

Y ante este panorama, el sector de la salud hace dos llamados: un llamado a la ciudadanía para que asuma su responsabilidad individual y colectiva ante la pandemia y mantenga e intensifique las medidas de cuidado, y otro llamado al gobierno a que asuma su responsabilidad de cuidar la salud pública y tome las medidas urgentes para atender el riesgo de colapso.

 “La pandemia se tiene que manejar entendiendo que esto es un reto para toda la sociedad, esto no es solo un reto para el sistema de salud”, reitera Giraldo.

 

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