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Mujeres emprendedoras: ejemplos de tenacidad
Se trata de unos testimonios de vida que revelan la manera como subsisten una samaria y otra migrante, quienes con sus actividades económicas logran percibir un ingreso que les permite sobrevivir.
Por:
EDGAR TATIS
GUERRA
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer es válido destacar a aquellas mujeres anónimas que cada día con su labor constituyen un ejemplo de tenacidad porque luchan para subsistir y conseguir los recursos para aportarlos a sus hogares.
Yenny Montaño Barraza, quien lleva 17 años comercializando periódicos y revistas en el centro histórico de Santa Marta, dijo que su mayor satisfacción ha sido poder brindarles a todos sus clientes unos medios informativos para que tengan a la mano todo el acontecer cotidiano que se registra en la ciudad, la región, el país y a nivel internacional.
“Esta labor ha sido maravillosa porque a lo largo de estos 17 años he podido lograr unos clientes fijos que siempre adquieren nuestros productos informativos, entre ellos por supuesto HOY DIARIO DEL MAGDALENA y AJÁ & QUÉ”, expresó Montaño.
Al referirse a la conmemoración del día 8 de marzo, reconoció que hoy las mujeres tienen un mejor lugar en una sociedad donde predominaba el machismo. Se mostró bendecida por Dios porque tiene a un esposo e hijos que le valoran y respetan mucho.
“Le doy muchas a Dios por permitirme nacer mujer, por tener el privilegio de ser madre, de tener hijas y nietas para la gloria de Dios pues es una bendición maravillosa poder permanecer unidas en la familia”, indicó.
Leidy Medina es una vendedora de tintos cuya labor empieza desde la madrugada para que sus compradores reciban el amanecer con un café tinto.
Montaño Barraza quien es muy devota de las sagradas escrituras recordó que la palabra de Dios dice que mujer virtuosa quién la hallará porque su estima sobrepasa el valor de todas las piedras preciosas. “Mujer: tú eres una guerrera que se desvive por su hogar, yo te insto a que sigas luchando por aquello que sea primordial para ti, tu hogar, tus hijos, sigue adelante siempre, no te detengas, esfuérzate y sé valiente, no desmayes, sigue día a día en esa misión hermosa que es trabajar para el sostenimiento y ayudar al hogar, a nuestros esposos en esa labor tan especial que es la de ser padres de familia”, puntualizó.
Por su parte Leidy Medina, quien lleva 5 años radicada en la ciudad de Santa Marta, y desde bien temprano se dedica a vender tintos, café con leche y aromática, dijo que está muy agradecida con Dios por su trabajo.
Comentó que se vino de Venezuela buscando una mejor oportunidad de vida tanto para ella como para su hija y sus tres nietos. “Yo no me quejo porque gracias a esta actividad he podido ganarme algo para llevar el sustento diario a la casa. Acá tengo a cargo a dos nietos de mi hija que se encuentra en Venezuela. Soy madre soltera y he contado con la colaboración de la señora María quien es la persona que me presta este carrito con los termos”, explicó la mujer migrante.
Fue categórica al asegurar que todas las mañanas sale a recorrer las calles del centro histórico, mercado público y sectores aledaños con seis termos llenos, los cuales logra vender entre sus clientes para pagar la mercancía por la tardecita.
“Mi labor inicia en la madrugada porque gracias a Dios mis compradores son conductores, trabajadores y personas que reciben el amanecer con un tinto bien caliente. A veces me retraso un poco, pero la mayoría de mis clientes me esperan a que les lleve su tinto que a veces acompañan con un pan. Diariamente vendo seis termos de tinto, uno de leche y casi dos de aromática”, recalcó la vendedora.
Consultada sobre si ha sentido algún tipo de rechazo por no ser samaria sino venezolana, la señora Leidy dijo que no puede desconocer la existencia de esa realidad ya que sí se presentan ciertos comentarios adversos hacia algunas mujeres y hombres que han llegado a esta ciudad desde el vecino país. “Nosotros hemos podido ir haciendo una clientela y unas amistades con quienes estoy muy agradecida por su acogida y apoyo. Nos gusta trabajar para salir adelante con la familia, me toca muy duro, pero tengo la firmeza y sigo aferrada a Dios”, enfatizó la vendedora de tintos.