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Papelerías y ventas de uniformes, afectados por la virtualidad

Hoy la situación es distinta debido a la pandemia provocada por la Covid-19, ya que esta obligó a transformar la educación presencial, convirtiendo a la virtualidad.

Históricamente, a comienzos de cada año en Colombia la economía se reactivaba con la llegada de los niños y jóvenes a las aulas de clases, donde los padres de familia tenían que invertir sus ahorros o parte de sus ingresos en la compra de útiles escolares y uniformes.

Sin embargo, hoy la situación es distinta debido a la pandemia provocada por la Covid-19, ya que esta obligó a transformar la educación presencial, convirtiendo a la virtualidad en la protagonista: clases, tutorías, evaluaciones y demás, todo a través de la internet.

La Opinión consultó con algunas papelerías y tiendas de uniformes de la ciudad de Cúcuta, cuyos administradores señalaron que las ventas han disminuido en más de un 90%, puesto que en muy pocos colegios están pidiendo lista de útiles completa (incluyendo libros), mientras que en otros solo solicitan lo básico como cuadernos, lápices y lapiceros, colores, tijeras y colbón.

Claudia Mora, propietaria de la papelería “Mi Oficina”, manifestó que efectivamente las largas listas de útiles que se veían en otros años, ya no se observan y “la venta de libros también disminuyó bastante, porque como ahora están haciendo todo en plataformas, pues ya los consiguen por medio de los colegios, entonces en las papelerías ya casi no se venden”.

Mora indicó que, hasta el momento, han sido muy pocas las listas de útiles que ha recibido donde exigen de todo, incluyendo libros que pueden llegar a costar hasta 500 mil pesos.

En algunas papelerías, caracterizadas por ser mayoristas, explicaron que han sido las más golpeadas, pues la mayoría de sus productos se distribuían a tiendas de barrio, colegios, universidades y empresas (que ahora aplican el teletrabajo), por lo que han tenido que dejar de invertir en muchas cosas.

Así mismo, aseguraron que en temporadas anteriores lograban tener hasta 30 o 35 empleados, pero por la situación económica hoy solo cuentan con 5 o 7.

Luis Felipe Echeverry, gerente de “Deportivos del Norte”, establecimiento dedicado a la venta de uniformes para colegios y universidades, aseguró que es consciente de la situación actual que vive el mundo y, por ende, si los estudiantes están inmersos en la virtualidad, no va a ser necesario adquirir uniformes.

“Para nosotros como empresa es una dificultad muy grande, porque siempre nos preocupamos por mantener al tope la mercancía para que la gente consiga los uniformes permanentemente”, dijo Echeverry.

Sostuvo que, teniendo en cuenta la coyuntura económica, han preferido no invertir en la compra de telas, resaltando que esto también perjudica a los distribuidores, pero “desde el año pasado sabíamos que no iba a haber tal venta. Pensamos que en algún momento vamos a pasar este charco tan amargo”.

Para Echeverry, las ventas en uniformes para colegios han disminuido en casi un 99,9%, pues en otros años, los padres de familia iniciaban desde diciembre a adelantar las compras estudiantiles, mientras que en este 2021, si se venden 10 uniformes “ya es mucho”.

“Las ventas que se han generado son en uniformes de salud, gastronomía y belleza, pero la gente está comprando solo lo necesario. Teníamos también la venta para universidades, pero eso está también paralizado”, agregó el gerente.

Por último, Echeverry envía un mensaje a los cucuteños y a las grandes empresas para que no olviden apoyar el comercio local y comprar en Cúcuta, con el objetivo de que todos puedan salir adelante.

En Ocaña se declaran en bancarrota

Las librerías, tiendas escolares y fábricas de uniformes de Ocaña declararon que se encuentran en bancarrota y expertos en la materia aseguraron que, el creciente desempleo ha deteriorado el tejido social en esta zona del país donde se deben adoptar estrategias de choque.

El propietario de la papelería “Obregón”, Luis Édgar Vega indicó que la situación es bastante difícil, ya que las ventas se han disminuido en un 50%.

“Estamos implementando estrategias para poder sobrevivir, aumentando la oferta en las líneas del arte, manualidades, detalles, elementos para oficina y archivos, con el fin de hacer más rentable el negocio. Luchamos por mantener la nómina de 10 empleados, ya que ellos tienen familia que sostener”, dijo Vega.

El sector de las confecciones de uniformes también ha sentido con gran rigor los efectos de la pandemia durante este inicio de año.  La empresaria Esther Lizcano, detalló que en los 25 años de la fábrica “Triple Kes”, esta es la peor crisis financiera que ha vivido, puesto que las personas ya no utilizan estas prendas de vestir.

“Generaba 11 empleos directos y ahora solo tenemos 3 emergentes desde sus casas cuando salen trabajos especiales como uniformes antifluidos para el personal médico y enfermeras”, dijo Lizcano.

Solicitan la intervención de la alcaldía y de la Cámara de Comercio para aliviar la situación, pues no cuentan con los recursos encaminados a saldar deudas por concepto de impuestos, empleados, servicios públicos y arriendos. Colprensa.

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