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En los últimos días he leído y escuchado a muchos forjadores de opinión expresarse de manera solapada y maliciosa contra algunos Ministros del despacho, inclusive contra el propio Presidente de la República.
Ahora bien, no es de suyo función propia defender las acciones del Gobierno, pero se debe conservar ecuanimidad si de opinar se trata. Por ejemplo, el Gobierno ha informado con claridad la cantidad de programas sociales, con sus respectivos desembolsos, que ha venido llevando a cabo para ayudar a las familias, hogares y personas más vulnerables ante la crisis económica derivada de la situación crítica de la Covid-19 que está atravesando Colombia.
De manera que estos críticos severos suponen que para compensar ese gasto social o partidas destinadas a cubrir las mencionadas necesidades de los ciudadanos, se hace necesario que el Ministro de Hacienda proponga al Congreso de la República una reforma tributaria y agregan que como consecuencia de la afectación de los ingresos personales también sufren los pensionados, entonces se debe proponer una reforma pensional y para estigmatizar más el concepto de “reforma” le endilgan otras reformas.
Por lo tanto, debido a que el tema que más repulsa produce entre sus afines es la reforma tributaria, entonces me voy a permitir hacer algunas anotaciones al respecto: Un tema que seguramente tratarán los Congresistas es la metodología para calcular el valor del Ingreso al Productor de los combustibles; entiéndase gasolina, diésel, gas y otros derivados.
Otro tema de discusión podría ser la manera cómo se cobrarán las multas, pues éstos de acuerdo con la ley del Plan de Desarrollo deberán ser calculados con base en su equivalencia de la Unidad de Valor Tributario (UVT) fijada por la DIAN, la cual para este año 2020 vale treinta y cinco mil seiscientos siete pesos ($35.607,00).
Todos los sectores económicos han quedado negativamente afectados por las medidas que se han tomado durante las distintas etapas para enfrentar la Covid-19, sin embargo la Comisión de Expertos que asesora al Gobierno Nacional es posible que retome del Sector Agropecuario el tema que se aprobó en el Plan de Desarrollo, cual es la creación de la Cédula Rural, cuyos objetivos son formalizar la actividad de producción agropecuaria, promover la inclusión financiera, controlar el otorgamiento de créditos, subsidios, incentivos o apoyos estatales a las actividades agropecuarias y rurales.
Sin ser muy experto en el tema, opino que muchos analistas señalan que actualmente o en el corto plazo en nuestro País, una posible reforma tributaria debe comprender el análisis de los siguientes impuestos: sobre la renta en general, sobre las personas naturales, sobre las ventas, al consumo, a la gasolina, contribución parafiscal a la nómina e incentivos tributarios.