HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Mujeres arhuacas esperan reparación colectiva del Estado y grupos armados

El Estado debe cumplir con los deberes asumidos con los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta sobre el acceso a sitios sagrados en el marco de la Línea Negra como forma de reparación que permita a líderes, autoridades y a las mujeres indígenas compensar los daños ocasionados a causa del conflicto.

Por:
EMILY
BUSTAMANTE NÚÑEZ

La mujer en los pueblos indígenas en particular el Arhuaco es la síntesis, el poder maternal y cumplen un papel fundamental, por lo tanto, en el paso de niña a mujer, la violencia sexual es considerada una amenaza contra las generaciones en sus comunidades y, significa el exterminio físico y cultura de la vida de la mujer indígena.

“La violencia sexual contra los pueblos indígenas se ha expresado de manera sistemática en el cuerpo de las mujeres como la violencia sexual, tuvimos la oportunidad de conocer relatos, la hija de Bienvenido Arroyo, quien sufrió abuso por parte de los militares, todas estas historias de vida que son relatadas aquí en este informe son supremamente dolorosas”, dijo la líder arhuaca y concejal de Bogotá, Ati Quigua.

La Escuela Intercultural de Diplomacia Indígena, Eidi, unidad asociada al Centro de Estudios de Conflictos y Paz, Cecp, de la Universidad del Rosario, en coordinación con las Mujeres de la Confederación Nacional Indígenas Tayrona, CIT, y las autoridades del pueblo Arhuaco, entregarán a la Comisión de la Verdad el informe ‘Voces de la Madre Tierra’.

El informe contiene las prácticas de resistencia de las mujeres Arhuacas durante el régimen continuo de violencias ejercido en su contra desde la época colonial, pasando por el conflicto armado interno hasta el actual modelo económico vigente.

PROCESOS DE RESISTENCIA DE LAS MUJERES ARHUACAS

Ati Quigua, líder Arhuaca y concejal de Bogotá, en la presentación del informe ‘Voces de la madre tierra’ realizó una intervención que narra los procesos de resistencia y agencia de las mujeres arhuacas.

 “Desde el Consejo de Mujeres por petición de las viudas de los mamos que fueron asesinados en el año 1990 y su llamado urgente a que les prestáramos nuestras voces, quiero hacerles un reconocimiento a la esposa de Luis Napoleón Torres y Ángel María, que realmente nos inspiraron a convocar a las mujeres arhuacas teniendo en cuenta en el Auto 092 no se habían incluidos los testimonios y como les había afectado la pérdida no solamente de nuestros líderes sino también sus esposos y, que significó para esa familia la pérdida de un padre”, manifestó la líder arhuaca.

En ese sentido, las mujeres arhuacas orientadas por las escuelas de sabiduría, les hacen un reconocimiento a las mayores que son como las universidades de sabiduría ancestral.

Cabe mencionar que consideran la visión de la Sierra Nevada de Santa Marta en una síntesis que significa pensamiento, sentimiento y eso intangible que no se puede tocar y ver, es realmente la esencia de las comunidades indígenas.

Quigua, agregó que “nuestra Madre Tierra que se expresa en el agua, en las mujeres, la mujer es la síntesis, representa a la Madre Tierra, cuando hablamos de lugares sagrados nos referimos a la vagina de la mujer, allí nace la vida, pero en la tierra está representada en las lagunas madres que están cerca a las nieves perpetuas y donde nacen todos nuestros ríos y calman la sed de este Caribe que ha sufrido el conflicto”.

ASAMBLEAS FEMENINAS

Las mujeres arhuacas están trabajando en asambleas femeninas guiadas por las escuelas de sabiduría para lograr esa voz colectiva, debido a que el informe presentado a la Comisión de la Verdad, lo consideran como una experiencia restauradora.

“Un primer ejercicio es entender la violencia en todas sus manifestaciones, la violencia que se ha vivido por parte de las mujeres indígenas en especial de las mujeres arhuacas ha sido directa, en especial el desplazamiento. Mi madre y yo fuimos desplazados con todo nuestro núcleo familiar en el marco del conflicto armado, pero hay que entender que el desplazamiento para una mujer indígena donde hay profundos arraigos con su territorio y sus lugares sagrados eso es un desmembramiento espiritual, de un plan de vida generacional”, indicó líder arhuaca.

Asimismo, Ati Quigua le hizo un reconocimiento a un pueblo que ha tenido una resistencia pacífica a pesar del conflicto y entender esa violencia de invisibilidad sistemática por parte del Estado, también la violencia simbólica y cultural que tal vez es sutil pero es el más profundo.

 “Para nosotros y fruto de las reflexiones sino hay justicia cognitiva no va a ver justicia social en este país, en este país seguimos en un estado colonial que quiere imponer la desigualdad a través de su modelo de desarrollo económico, político y nosotros tenemos un plan de vida vigente que reconoce que la Sierra Nevada de Santa Marta que es una reserva biocultural sagrada, que no hay no existe en nuestra región una separación entre cultura y naturaleza. Los derechos bioculturales, los derechos de la tierra son nuestros propios derechos, en nuestra Constitución todos los seres y especies de la tierra tienen derecho natural al sustento, a la vida, ningún Estado ni el mercado puede cercenar esos derechos”, indicó Quigua.

LEY DE ORIGEN

Para esta comunidad indígena, hablar de Ley de Origen tiene que ser una transformación en las relaciones del Estado con los pueblos indígenas, no puede ser en el marco de una servidumbre, una esclavitud, de una imposición tiene que ser en el marco del respeto.

Así que toda la lucha histórica se resume en la Línea Negra, en el reconocimiento de un espacio y tiempo de un territorio sagrado, a un conjunto de lugares sagrados que se han venido cuidando milenariamente.

Las mujeres arhuacas tienen sus propios lugares sagrados, donde hacen sus pagamentos, donde escuchan la tierra, en las asambleas se revitalizan las escuelas de sabiduría femenina.

“Es importante que las voces de sabiduría femenina se reconozcan se puedan amplificar porque siempre hemos sabido de los Mamos pero también hay Mamas que jugaron un papel muy importante en la conformación del Consejo de Mujeres, algo que nos dijo la tierra es que el futuro será femenino. El futuro es el agua, el futuro es la tierra sino nos sincronizamos con los ciclos de la luna que son los ciclos sobre los cuales se fundamentan los calendarios ecológicos y creo que son mensajes universales, cuando hablamos que la mujer representa la tierra es porque se entiende que la violencia contra las mujeres es la misma violencia contra la tierra y la violencia contra la tierra repercute contra la vida de las mujeres indígenas en el caso de la Sierra Nevada pero no la vida en el concepto estrecho que muchas veces desde una perspectiva occidental sino la vida física y espiritual sobre todo espiritual”, precisó Quigua.

También dijo que “creemos que en el fondo la crisis civilizatoria por la que atraviesa la especie humana es una crisis espiritual de la conciencia colectiva, en ese sentido, sanar el ser parte de un camino interior profundo de autoconocimiento que mujeres arhuacas llevamos, que tiene rituales de transición, de concebir bien, pero las mujeres no solamente concebimos nuestros hijos, también debemos concebir muy bien nuestras culturas, las civilizaciones, la mujer desde el fogón cuida la salud familiar, pero también somos mujeres del parto vertical el gran problema de la humanidad es el desarraigo, volver a plantar nuestras placentas en la tierra”.

LAS RECOMENDACIONES

Laura Restrepo, abogada, relatora del informe y miembro de la Escuela Intercultural de Diplomacia Indígena, entregó las recomendaciones del trabajo investigativo ‘Voces de la Madre Tierra’ que fue entregado hoy a la Comisión de la Verdad.

“Les compartiré recomendaciones que la Comisión podrá redirigir al Estado, instituciones y la sociedad, son propuestas concretas diseñadas por las mujeres arhuacas, preliminarmente proponemos que en la fase participativa del esclarecimiento para la construcción del informe y para el capítulo étnico la Comisión ponga en el centro los procesos de resistencia de las mujeres arhuacas más allá de la representación de su victimización”, sostuvo Restrepo.

Específicamente proponen integrar como metodologías las exigencias y prácticas espirituales, así como las apuestas del conocimiento tradicional no escrito y colectivo de las mujeres dentro de los tiempos que se manejan en el territorio, además considera que es importante seguir destinando recursos para garantizar la continuidad del análisis de archivos históricos investigación de las mujeres arhuacas.

En esa misma línea, piden el esclarecimiento de la verdad, en cuanto a una explicación de la complejidad del conflicto en territorio arhuaco que debe abordarse desde el reconocimiento de continuo de violencias históricas y de resistencias de las mujeres arhuacas.

La relatora de la investigación, indicó que “incitamos a la Comisión que reconozca la trayectoria de larga duración de los hechos, impactos, así como los factores de revictimización o la falta de reparación y justicia. Al respecto del reconocimiento de responsabilidad como medida de reparación simbólica reiteramos que el continuo entre las violencias misionales en cabeza de los capuchinos y avalados por el Estado colombiano, las violencias relacionadas con el conflicto armado y el modelo económico, constituyen un genocidio cultural”.

EXCUSAS PÚBLICAS

“El Estado colombiano, los actores armados legales e ilegales deben hacer un reconocimiento de su responsabilidad mediante una petición de excusas públicas al pueblo Arhuaco este acto de responsabilidad es el genuino y sus palabras y protocolos deben ser consultados con las mujeres y autoridades”, sostuvo Laura Restrepo.

En cuanto a la convivencia y no repetición, las recomendaciones a la Comisión es visibilizar las identidades y los conocimientos propios de las mujeres arhuacas con el fin de transformar el imaginario colectivo, fundado en estigmas y discriminaciones.

La comisión también podrá proponer espacios para fortalecer la interlocución de las mujeres arhuacas con las autoridades étnica, sociedad civil, Estado y otros actores.

Restrepo, añadió que “le solicitamos a la Comisión que comunique a través del informe final las siguientes demandas de las mujeres, en términos de construcción de memoria y esclarecimiento de la verdad desde lo propio es fundamental que se fortalezca el trabajo en memoria colectiva liderada por el proceso de mujeres arhuacas, lo cual requiere recursos y un acompañamiento para replicar esta memoria en los distintos centros educativos locales. También se deben fortalecer las actividades, agendas y procesos de coordinación de mujer y niñez de la Confederación Indígena Tayrona”.

REPARACIÓN COLECTIVA

Las medidas de reparación colectiva deben tener una aproximación material y espiritual que requerirá que el Estado garantice la formación de líderes y lideresas espirituales, a través de por ejemplo de construcción de casas sagradas para la sanación de las afectaciones intergeneracionales de las violencias.

De igual forma, el Estado debe gestionar recursos para las estrategias de reparación gestionadas por las mujeres, desde el tejido, la partería, la cocina propia, el saneamiento al territorio, las asambleas de mujeres, los pagamentos y sus procesos políticos o espirituales, según Escuela Intercultural de Diplomacia Indígena.

Agregó que “debe financiar prioritariamente las escuelas de formación de mamas como una apuesta de educación propia, desde la perspectiva territorial y ambiental, las mujeres sostienen que para ser reparadas colectivamente y asumir el legado de los líderes debe ser demandando sus derechos sobre el territorio ancestral para lo cual es necesario reconocer al pueblo Arhuaco la gestión autónoma de su territorio, integrar políticas de formalización de la propiedad colectiva”.

La recomendación para el sistema integral de verdad, justicia y reparación y no repetición, es que se siga esforzando por reconocer el territorio de la Sierra Nevada de Santa Marta como víctima y, en el acceso a la justicia la recomendación se centra en el reconocimiento de la autonomía y soberanía en las mujeres indígenas para abordar los asuntos de género desde las coordinadoras de mujeres zonales y desde la coordinación de mujeres de la Confederación Indígena Tayrona.

 “Es importante articular las instituciones con los procesos organizados de mujeres que acompañan casos de violencia sexual, establecer mecanismo culturalmente apropiados para la presentación de denuncias con la traducción y participación de mujeres arhuacas en su diseño e implementación. Se recomienda una capacitación para fortalecer el sistema de información de elaboración propia en la investigación de violencias contras las mujeres arhuacas orientados a funcionarios del Estado como a las comunidades”, sostuvo Restrepo.

En temas de salud y sanación por violencias sexuales y violencia basada en género, se deberá promover las asociaciones de parteras y fortalecer los equipos interculturales en los centros de salud, enfatizando en el trabajo de los mamos para la armonización de las energías, dolores y traumas, indicó la relatora.

“En términos de accesos a recursos económicos se debe fortalecer la educación económica propia de las mujeres arhuacas y asignar un acompañamiento técnico a las ideas de emprendimiento lideradas por las comunidades y a los proyectos productivos de tejedoras, cafeteras, cacaoteras y parteras. Reiteramos la importancia que estas recomendaciones sean parte del Comité de Seguimiento y Monitoreo a la implementación de las recomendaciones de la Comisión e invitamos a la sociedad en general hacer visible las memorias de verdad de las mujeres arhuacas, seguras que serán ellas las que nos darán pistas de cómo seguir construyendo paz”, sostuvo Laura Restrepo.

VOCES ARHUACAS

Dunen Muelas, la secretaría técnica de la Comisión Nacional de Mujeres Indígenas, en el acto de entrega del informe Voces de la Madre Tierra, “hay unas acciones específicas como el fortalecimiento de la identidad cultural de las mujeres arhuacas, reproducción y transmisión de la identidad cultural en medio del conflicto armado a raíz de todos esos controles territoriales que ejercían los actores armados, las mujeres se organizaban en las comunidades para poder realizar sus respectivos pagamento y rituales espirituales. También los planes de fortalecimiento a través del tejido la música, la danza, los cantos tradicionales, la cocina, la lengua, el trabajo espiritual, la partería, la crianza de los hijos, el cuidado de los mayores, el cumplimiento de la ley de origen y del derecho propio”, dijo.

Añadió que “otra de las resistencias que encontramos fue la resistencia jurídico cultural, que se trata sobre ese respeto de las mujeres arhuacas y la aplicación de la ley de origen y del derecho propio por parte de las autoridades espirituales y tradicionales como la reivindicaciones de las mujeres están fundamentadas en el ser madre tierra, ese es su escenario para conversar para ver sus propios derechos, en los testimonios se da cuenta de la importancia del significado propio”.

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