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Los jóvenes de Estados Unidos fueron invitados a observar normas de civismo para impedir la propagación del coronavirus.
Acusados de falta de civismo, los jóvenes estadounidenses están detrás del actual repunte de covid-19, y en varios estados las autoridades han cerrado los bares, playas y otros lugares de reunión a los que se lanzaron tras el desconfinamiento.
La edad promedio de los casos surgidos en Florida en los últimos días oscila entre 34 y 36 años.
En Los Ángeles, el 40% de los nuevos contagios reportados corresponden a menores de 40 años. En el área metropolitana de Phoenix, un importante foco de infecciones en Arizona, la mitad son menores de 35 años.
En total, la mitad o más de los contagios en California y Arizona desde el inicio de la pandemia ya están en el grupo etario de 18 a 49 años, y se espera que la tasa aumente.
De ahí los innumerables llamados recientes a la responsabilidad individual de los alcaldes, gobernadores y funcionarios federales.
«Estamos haciendo un llamamiento especial a los jóvenes», dijo el vicepresidente Mike Pence el miércoles. «Tenemos que proteger a los más vulnerables de nosotros».
«Por favor, por favor, usen una mascarilla», imploró este jueves Jerome Adams, la máxima autoridad médica de Estados Unidos, el «doctor general» del gobierno.
Los bares, que han ido abriendo gradualmente en el sur desde mayo, han vuelto a cerrar en Texas, en California y en una parte de Michigan, y en Florida tienen prohibido servir alcohol.
En Texas, el gobernador también prohibió una actividad popular entre los jóvenes, el «tubing», que consiste en descender por ríos en grandes neumáticos, una actividad a disposición de cualquiera y que propicia ciertas aglomeraciones.