Noticias de Santa Marta, el Magdalena, y el mundo!
En medellín, Maluma asistió al grado de estos jóvenes a los que él llama ‘Soñadores’. En el Teatro ‘Pablo Tobón Uribe’
Hace más de un año, la familia Londoño Arias emprendió la tarea de hacer realidad uno de los sueños de su hijo Juan Luis (Maluma), quien siempre quiso tener un espacio para ayudar a niños que pasarán por situaciones vulnerables, así crearon la fundación ‘El Arte de los Sueños’.
La presidenta de la fundación es su hermana Manuela. Ésta institución que actualmente trabaja con 100 niños de diferentes lugares de Antioquía, ya comenzó a dar sus frutos y a mostrarle al mundo que sí se pueden transformar vidas a través del arte.
El pasado 18 de noviembre en Medellín, Maluma asistió al grado de estos jóvenes a los que él llama ‘Soñadores’. En el Teatro ‘Pablo Tobón Uribe’, se vio la más emotiva muestra de amor a través de la música, el canto y el baile urbano.
Ésta presentación ante padres de familia, maestros e invitados especiales fue el mejor espacio para ver las caras de los pequeños que sueñan con algún día ser artistas y desarrollar diferentes destrezas en éste campo. Esa noche fue el momento para mostrar al mundo el avance del proceso formativo que han llevado a cabo los jóvenes, presentando una serie de actos de baile, percusión urbana y canto (en donde la mayoría de canciones fueron escritas por los ellos mismos).
¡LOS SUEÑOS SI SE HACEN REALIDAD!
La Fundación ‘El Arte de los Sueños’ tiene su origen en el ser, en el saber y en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
Su misión está basada en el arte y sus diferentes expresiones. La herramienta principal es la musical, en especial el género urbano. El arte de los sueños, transforma vidas.
Actualmente se trabaja en 3 proyectos, todos en el departamento de Antioquia, municipios de La Estrella (al sur del Área Metropolitana), Bello (al norte del Área Metropolitana) y El Retiro (en el oriente del departamento), con un total de 100 soñadores que se están formando en canto, danza y percusión urbana.
Se impacta a comunidades alejadas y con poca inversión en cultura pero sobre todo, con problemas sociales específicos en los jóvenes como: drogadicción, abusos físicos y psicológicos, entre otros.
La formación está acompañada de un proceso de atención psicosocial con el que los soñadores aprenden a tener herramientas que les permite afrontar sus vidas y situaciones. Aquí se descubren artistas y se protege a la persona.