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Varios disparos acabaron con la vida de quien sería el ‘jefe’ de un grupo criminal denominado ‘Los M-Zetas Penagos’.
Varios disparos segaron la vida de John Jairo Ospina Guzmán, alias ‘Don John’ o ‘J.J.’, quien se movilizaba en una motocicleta con una mujer cuando fue atacado.
El hecho de sangre sucedió en la vereda Tovar, vía a la Chamba, donde los asesinos interceptaron a ‘J.J.’ quien estaba acompañado por una mujer.
La fémina que presuntamente iba con el occiso desapareció. Algunas personas le comentaron a los investigadores de la Sijín de la Policía que a la mujer se la habían llevado los delincuentes.
Aunque por ahora el comando de la Policía del Tolima no confirma un secuestro, tampoco lo desmiente.
Se espera que hoy haya un pronunciamiento por parte de las autoridades.
EXPOLICÍA DE LA SIJÍN
En octubre, Noticias Uno reveló un informe en el que se salpicó a un grupo de policías activos y una fiscal, quienes presuntamente favorecerían a una banda llamada ‘Los M-Zetas Penagos’ con injerencia en Tolima. El presunto líder era John Jairo Ospina Guzmán, expolicía de la Sijín del Tolima.
Un testigo protegido de la Fiscalía le aseguró al medio de comunicación que esa banda lleva más de 20 años trabajando en los mismos inmuebles y nunca hubo una acción por parte de las autoridades.
El informante agregó que la organización opera en Guamo, en el corregimiento de Chicoral en Espinal, Saldaña, Ibagué y Guaduas. Añadió que el grupo es protegido y respaldado por varios miembros de la Policía entre quienes se encontraba supuestamente el entonces comandante de la Sijín en el Tolima, el mayor José Rolando Lancheros Silva, actual comandante de la Sijín en Cúcuta.
La red de narcotraficantes presuntamente era apoyada por la intendente Martha Ramírez Téllez, integrante de la Sajín. La sargento era la encargada de informarle a la banda sobre los allanamientos.
Entre los nombrados se señaló al patrullero Milton Soto Ávila, quien se identificaba como miembro de la Sijín, la Dijín y la Sipol. Soto supuestamente, “les colabora a ellos, con la mercancía que les incautaban”.
El otro patrullero salpicado fue Carlos Enrique de la Cuesta, de la Sijín, quien supuestamente tenía la función de recoger la droga a los delincuentes para que esta no fuera encontrada en los allanamientos.
SALPICAN A UNA FISCAL
El protegido acotó que: “Trabajaban con una fiscal que se llama Chavita Hernández, que era la encargada, digamos, de disminuirles penas y que fueran excarcelables”. Colprensa.