Fabio Castañeda, el referente del Ciclomontañismo colombiano

El 2018 de Fabio Castañeda fue impecable, tal vez el mejor de su carrera deportiva, porque volvió a ser campeón nacional de ciclomontañismo, ganó los Juegos Suramericanos de Cochabamba en Bolivia y fue medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, conquistas que lo llevaron a ser elegido como el mejor deportista de la modalidad de cross country en los Premios My Bike del año.

Desde el 19 de junio de 2017, cuando nació su hija Isabella, su carrera deportiva recibió un nuevo impulso. Ser padre por primera vez lo motivó a seguir luchando, a seguir exigiendo al máximo sus piernas para cruzar primero la meta en todo en lo que compite y con un sueño por delante: los Juegos Olímpicos Tokio-2020.

“Este año fue increíble, varios títulos y medallas que me dejan un año muy positivo, en el que ratifiqué lo hecho desde el 2017, cuando tuve el gran impulso y motivación que me dio mi hija y el cambio de entrenador, ahora con Alejandro Ramírez, con cambios que hay que hacer para mejorar y los resultados lo han demostrado”, reconoce Fabio.

Fabio nació en El Retiro (Antioquia) y desde los 11 años dio comienzo a su vida deportiva, con la bicicleta de cross, sin cambios, de su mamá, doña Luz Helena Monsalve, quien la usaba para ir a trabajar y se la prestaba a Fabio para ir a la escuela, desde la vereda Pantanillo donde vivían, hasta el colegio Ignacio Botero Vallejo, en El Retiro (Antioquia), en unos siete kilómetros de montaña, en los que forjó sus piernas, porque todos los días se exigió para cumplir con sus tareas académicas y de paso las deportivas del futuro.

Con esa bici ganó varias carreras infantiles y a finales de año, con la liquidación del trabajo de su padre, don Armando de Jesús Castañeda, le regalaron la primera bici de competencia, una todo terreno, lo que demostró que en su vida siempre contó con el apoyo incondicional de los padres y así hasta los 18 años, tiempo en que la bici fue su compañera perfecta.

Allí empezó el alto rendimiento de Fabio, el único deportista de la casa, porque sus hermanos Andrés Felipe, Viviana María y Nicolás no eligieron el camino del deporte, el que le ha dado el reconocimiento a Fabio y con el que trabaja a diario para brindarle un mejor futuro a Isabella, su hija y motor de vida, junto con su esposa María Cuartas.

Y luego de un 2018 increíble, se vienen grandes retos para el 2019, en el que tiene en el camino los compromisos nacionales, así como los Juegos Panamericanos de Lima y algunas Copas Mundo para buscar la clasificación a su gran objetivo, los Juegos Olímpicos de Tokio, pero también cerrar el año con los Juegos Nacionales de Cartagena.

Bogotá Colprensa