Reglas de oro para prevenir la Enfermedad Renal Crónica

En el Día Mundial del Riñón, que se celebra el 13 de marzo, es fundamental visibilizar la Enfermedad Renal Crónica (ERC), una condición de alto impacto en la salud pública y la economía global.

Con aproximadamente 2,4 millones de muertes anuales, este padecimiento se ha convertido en una de las principales causas de mortalidad en ascenso, representando un desafío creciente para los sistemas de salud en todo el mundo.

Según datos de la Cuenta de Alto Costo de 2022, en Colombia aproximadamente 889.123 personas padecían Enfermedad Renal Crónica (ERC), lo que refleja su significativa prevalencia en el país.

Además, “la Enfermedad Renal Crónica (ERC) representa una gran carga económica para los sistemas de salud, ya que el tratamiento de pacientes en etapas avanzadas, como la diálisis y el trasplante renal, genera altos costos”, dijo Pablo Andrés Bermúdez, médico epidemiólogo, especialista en Gerencia de Servicios de Salud y profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.

“Los riñones son muy importantes para el funcionamiento del cuerpo, dado que su función principal radica en trabajar sin que lo notemos, pero cumplen funciones esenciales como eliminar toxinas a través de la orina, regular el equilibrio de sales y minerales, ayudar en la absorción de la vitamina D y contribuir a la producción de glóbulos rojos.

Sin embargo, enfermedades como la diabetes y la hipertensión pueden afectar su funcionamiento, aumentando el riesgo de insuficiencia renal”, explica el experto.

El profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario comenta que estas son algunas reglas de oro” para prevenirla:

-Hidratación adecuada: Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día (aproximadamente 6 a 8 vasos) ayuda a los riñones a eliminar toxinas y a mantener un buen equilibrio de líquidos en el cuerpo. Evite el consumo excesivo de bebidas azucaradas y alcohólicas.

-Alimentación saludable: Priorizar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Reducir el consumo de sal, carnes rojas y embutidos.

-Ejercicio regular: Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana mejora la circulación y protege los riñones.

-Evitar automedicarse: El uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) puede afectar la función renal. Consulte siempre a un médico antes de tomar medicamentos.

-No fumar: El tabaco disminuye el flujo sanguíneo a los riñones y acelera su deterioro.

-Control de enfermedades: La hipertensión arterial y la diabetes son la principal causa de afección renal, por lo que adherirse al manejo con medicamentos y las medidas de cuidado previene la progresión del daño renal.

-Revisiones médicas regulares: Un simple examen de sangre y orina puede detectar problemas renales a tiempo y permitir una intervención temprana.