Lluvia de improvisaciones

Los excesivos ajustes a las reglas del juego de la creación de comunidades energéticas en Colombia evidencian la falta de planeación y el alto grado de improvisación con que el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía, Fenoge, está manejando los procesos, relegando el avance de estos proyectos que prometen ser la solución energética de miles de familias vulnerables que esperan un mejoramiento en la cobertura del servicio.

Las fallas en la estructuración de los procesos de selección del contratista que deberá implementar soluciones solares fotovoltaicas para comunidades del territorio nacional conectadas al Sistema Interconectado Nacional, SIN, no son simples errores administrativos, son una muestra de negligencia en el manejo de recursos públicos y una falta de compromiso con las comunidades.

El proceso, que inició con la Invitación Abierta 003 el 16 de septiembre de 2024, fue cancelado por la necesidad de una “reestructuración técnica”. Detrás de esta decisión estuvo un volumen significativo de observaciones que evidenciaron deficiencias en los requisitos de capacidad técnica, financiera y de experiencia exigidos a los oferentes. Dos días después a la cancelación, el 10 de octubre, el Fenoge lanzó la convocatoria 004, esta vez con un valor de $170.411.749.571, casi tres veces más que el proceso anterior. Sin embargo, esta nueva invitación también sufrió suspensiones y modificaciones debido a observaciones similares.

El 27 de diciembre de 2024, el Fenoge suspendió nuevamente el proceso, esta vez a la espera de documentos técnicos por parte del Ministerio de Minas y Energía. Inicialmente, la suspensión se extendió hasta el 7 de enero de 2025, pero luego fue prorrogada hasta el 15 de enero, sin que se entregara la documentación completa. Seguidamente, el Fondo tomó la decisión de declarar fallidos seis lotes, debido a la falta de oferentes o a la inhabilitación de quienes se presentaron, y canceló el lote 8, porque el Ministerio de Minas y Energía no entregó los documentos técnicos esenciales para su ejecución.

Este desorden administrativo no solo es reflejo de una gestión deficiente, sino que además contradice abiertamente los principios de planeación, transparencia y eficiencia que deben regir la función pública y la gestión fiscal, debido a que la ejecución de las soluciones fotovoltaicas están condicionadas a la entrega de múltiples documentos técnicos, y la ausencia de esta información permite al Fenoge suspender o cancelar unilateralmente los procesos de contratación, lo que demuestra que, desde el inicio, el proyecto carecía de las bases mínimas necesarias para avanzar con certeza.

Las soluciones planteadas por el Gobierno no solo resultan insuficientes frente a la magnitud del problema energético del país, sino que además están atrapadas en un ciclo de improvisación, donde la baja ejecución presupuestal y la ausencia de una planeación estructurada impide avances concretos. La implementación de comunidades energéticas debe abordarse con un enfoque serio, que garantice seguridad jurídica y atraiga inversión, en lugar de quedar reducida a experimentos fallidos sin sostenibilidad a largo plazo.

Si el Fenoge y el MinEnergía no pueden garantizar procesos eficientes, transparentes y bien planeados, difícilmente se podrá disminuir la brecha energética en Colombia.

 *Senador de la República