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Con una piscina de aguas negras les ha tocado convivir desde hace algunas semanas a la comunidad de la calle 9 con carrera 7 del barrio Pescaíto, por el rebosamiento de una manhole.
La situación dice algunos habitantes tenerlos desesperados, ya que los fuertes olores hacen parte del día a día, provocando alergias y enfermedades en muchos residentes de esa zona. Algunas viviendas tienen que permanecer cerradas por el hedor putrefacto de las aguas.
“Estamos desesperados, el agua baja y vuelve y se rebosa, el olor es insoportable, ya no nos podemos sentar en las puertas ni sacar a los niños, por acá viven adultos mayores y personas con enfermedades, hemos llamado a Essmar y nada, no hay solución a este calvario” dijo una mujer del sector.
Cabe recordar que esta situación persiste desde hace algún tiempo en este sector de la zona norte de la ciudad, donde con frecuencia y sin la presencia de lluvias, aparecen las aguas servidas de las alcantarillas, afectando también al comercio que ha visto una reducción en las ventas y por ende perdidas económicas.
La comunidad hace un llamado a la empresa Essmar para que brinda una solución real ante este eterno problemas el cual aseguran solo hay “pañitos de agua tibia” pero el problema continua.