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Atesa ocasiona grave contaminación ambiental y sanitaria en Santa Marta
La destrucción paulatina de los contenedores deja al ‘desnudo’ el desinterés y falta de intervención por parte de la empresa Atesa, empresa que sido indolentes ante el clamor de los líderes comunitarios, ediles y sociales
La empresa Atesa viene propiciando la más grave contaminación ambiental y sanitaria en Santa Marta con el avanzado estado de deterioro en que se encuentran los contenedores receptores d desechos y los basureros a ´cielo abierto´ que proliferan por toda la ciudad. ´Es un estado de indolencia el que tiene esta empresa con la ciudad. Esto debe detenerse. Atesa no puede serguir perjudicando la ciudad´, manifestó el concejal Juan Carlos Palacio.
De otro lado, hay indignación entre la comunidad en general, residentes, comerciantes y visitantes es lo que causa el ‘espectáculo’ que ofrecen los contenedores de basura destruidos y con desechos esparcidos en sus alrededores.
Varias de estas estructuras plásticas ubicadas en andenes a lo largo de las principales avenidas de Santa Marta están convertidas en verdaderos focos de contaminación ambiental brindando un deplorable paisaje a la ciudadanía y a los distintos actores viales que se movilizan por la ciudad.
La destrucción paulatina de los contenedores deja al ‘desnudo’ el desinterés y falta de intervención por parte de la empresa Atesa cuyos directivos han sido indolentes ante el clamor de los líderes comunitarios, ediles e incluso de algunos concejales quienes han exigido acciones contundentes para detener las afectaciones a la salubridad pública.
Pero mientras la compañía encargada de la recolección y buena disposición final de los residuos sólidos no asuma un verdadero plan de contingencia, de arreglos y de reposición a los contenedores destrozados, la ciudad seguirá sumida en un abandono perjudicial en detrimento al derecho fundamental del goce a un ambiente saludable.
Vale indicar que los residentes y vecinos sobre la Avenida del Libertador, más exactamente entre las calles 16E y la 17 viven a diario la pesadilla provocada por un contenedor desbordado de basuras que se ha convertido en una nueva escombrera a ‘cielo abierto’ y en un punto de acopio para las podas que se realizan en los alrededores de la zona incidiendo en la inseguridad y afectación a la calidad de vida.
El feo panorama que se advierte en el andén es degradante porque además de obstruir el paso a las personas que caminan también se ha convertido en un foco de contaminación debido a la acumulación de llantas, ramas, colchones, enseres viejos y otros desperdicios.
Muchas personas, tanto samarios como turistas, quienes se movilizan a través del servicio de transporte público por la Avenida del Libertador reciben por reflejo el impacto negativo de este ‘paisaje’ que brinda un contenedor desbordado y varios metros adelante otras estructuras expelen toda su pestilencia propia de los lixiviados.
El impacto ambiental se extiende hacia el sector comercial afectando la dinámica económica porque causa malestar a los clientes quienes prefieren no ingresar a los negocios y por ende no se posibilitan las ventas. Definitivamente de nada han valido los debates ni las citaciones por parte de los concejales a los directivos de Atesa, a quienes al parecer no les desvela nada ni nadie.