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El expresidente Álvaro Uribe cuestionó la decisión del Tribunal Superior de Bogotá, que le negó nuevamente la posibilidad de excluir del juicio en su contra las interceptaciones telefónicas en las cuales dialoga con su entonces abogado, Diego Cadena.
Uribe cuestionó que el Tribunal no haya tenido en cuenta que supuestamente no tiene vínculos con el representante a la Cámara, Nilton Córdoba Manyoma, dueño de la línea a la que deberían haberse hecho las interceptaciones.
“Cada vez que aparezca ese teléfono mío en el directorio telefónico de alguien investigado por la corte, entonces por error me van a interceptar a mí. A mí me parece muy grave eso (…) Yo no he tenido amistad con el Dr. Nilton Córdoba, y tampoco he tenido relaciones con su abogado Lyons. Tuve un contacto furtivo con él, en las elecciones del 2018, porque iba a apoyar al señor expresidente (Iván) Duque. Esto es muy importante decir para mí decírselo al país”, declaró el expresidente.
Agregó que el Tribunal no tuvo en cuanto que las conversaciones tenían reserva porque eran entre él y su entonces abogado. “Abogado defensor es el investigador que está investigando unos temas para poder defender al cliente, en este caso a mi persona. Eso no lo discutimos (…) El tribunal abrió la puerta de que el tema se discuta en el juicio”.
La defensa del expresidente, liderada por el abogado Jaime Granados, había presentado un recurso con el que pretendía echar para abajo una decisión que ya las había declarado válidas. La defensa del expresidente argumentó que las interceptaciones fueron realizadas de manera ilegal y violaron el principio constitucional del derecho al secreto profesional entre abogado y cliente.
En este contexto, se solicitó que las pruebas obtenidas de estas interceptaciones no fueran tomadas en cuenta ni citadas durante el juicio. Además, se precisó que el abogado Cadena había recibido un poder de Uribe para verificar una información sobre ex paramilitares que habrían querido retractarse de sus declaraciones en su contra.
Argumentos con los que no estuvo de acuerdo el Tribunal, quien argumentó que las interceptaciones telefónicas son acordes a lo que establece la ley, garantizando así la protección de los derechos Álvaro Uribe Vélez. Además, la califico de “estéril”.
El proceso comenzó en 2018, con una investigación que la Corte Suprema adelantaba contra el senador Iván Cepeda, luego de un debate de control político convocado por el político de izquierda.
Cepeda reveló testimonios de ex paramilitares que señalaban a Uribe por supuestos nexos con esos grupos armados ultraderechistas, principalmente en Antioquia.
En medio de esta investigación, los testigos comenzaron a retractarse, pero uno de ellos, Juan Guillermo Monsalve, manifestó por escrito que recibía presiones. La Corte en sus pesquisas descubrió que ese era un patrón que se presentaba en varias declaraciones, así que archivó su indagación contra Cepeda e inició una contra Uribe.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema siguió su curso, llamó a Uribe a indagatoria en 2019 ante el magistrado César Reyes y en agosto de 2020 ordenó detener al exsenador de manera preventiva en su residencia.
El paso siguiente era acusarlo, pero antes de que eso ocurriera Uribe renunció al Congreso, así que su expediente pasó a la Fiscalía.
Contrario al alto tribunal, la Fiscalía intentó cerrar el caso. La primera solicitud llegó por cuenta del entonces coordinador de fiscales delegados ante la Corte, Gabriel Jaimes, jefe de Villarreal, y la segunda, por el fiscal Javier Cárdenas.
Dos juezas le negaron la preclusión a Jaimes y Cárdenas, quien apeló y recibió otra negativa del Tribunal de Bogotá. Una vez se dio el cambio de fiscal solo la puerta del juicio quedó abierta para el expresidente.
Además de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, la Fiscalía en la última audiencia anunció que también lo investigara por el delito de soborno.
Ese delito está vinculado al caso de la exfiscal condenada Hilda Niño, a quien al parecer se le habría ofrecido un soborno por parte del abogado Diego Cadena.
/Colprensa