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Fin de semana dejó 7 muertes violentas: 3 fueron por accidentes
La tarde de ayer la Policía Metropolitana de Santa Marta atendió el hallazgo del cuerpo baleado y con signos de tortura, del comerciante samario Carlos Arturo Marulanda Pinto, residente en Medellín, quien fue abandonado en el sector de Matogiro de la vereda El Curval, jurisdicción del corregimiento de Bonda.
Las autoridades judiciales del departamento del Magdalena revelaron que durante el fin de semana siete personas perdieron trágicamente la vida en el territorio, tres de ellas en siniestros viales, con lo cual se encienden las alarmas por cuanto vuelve la accidentalidad a tener un vertiginoso aumento
Según las estadísticas del Intituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, los casos se presentaron entre el viernes, la madrugada del sábado y la tarde del domingo, tres en la capital del departamento, es decir Santa Marta, uno en El Banco y Pijiño del Carmen, y otros dos entre Santa Marta y el municipio de Palomino, a pocos metros del puente sobre el río Guachaca.
El informe judicial señala que de esas siete muertes violentas, tres fueron por accidente, mientras que con arma de fuego, inmersión, suicidio y en extrañas circunstancias se presentó un caso cada uno.
Fue un fin de semana en el que la siniestralidad vial se disparó en Santa Marta. Estos
siniestros arrancaron a tempranas horas del sábado, cuando la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía del Magdalena confirmó que un bus de la empresa Copetrán que cubría la ruta Cartagena –Maicao, terminó colisionando de frente con un tractocamión cargado, de placas TTW-465.
Según las primeras averiguaciones, el tractocamión habría invadido el carril contrario, pero se desconoce si fue por un microsueño o un intento de adelantamiento en la mencionada zona peligrosa. “Hay unas presunciones que queremos confirmarlas, de pronto hubo una ocupación indebida de un carril”, explicó en su momento el secretario de Movilidad, Fidel Castro Tapia.
De igual modo, se confirmó la muerte de Guido Alberto Camargo, de 63 años, tras ser arrollado por un bus de transporte público en la Troncal del Caribe, en cercanías a la entrada del Sena Agropecuario.
Según testigos, el hombre se desplazaba en su bicicleta roja cuando por razones desconocidas fue impactado por un bus de la empresa Berlinas que se movilizaba por el lugar. Malherido fue auxiliado y trasladado en una ambulancia hasta la clínica más cercana, donde los médicos de turno confirmaron que había llegado sin signos vitales.
OTROS CASOS
Los otros hechos violentos registrados el fin de semana que recién culminó se dieron la mañana del viernes 31 de enero, con el hallazgo del cuerpo de Cecilio Lagares López, el conocido vendedor de raspaos que desapareció en la tarde del jueves 30 de enero, tras lanzarse al río Magdalena para escapar de un enjambre de abejas.
Pasaron solo unos minutos cuando la comunidad del corregimiento de Cabrera, en el municipio de Pijiño del Carmen reportó la muerte de un hombre aún sin identificar, quien presentaba graves lesiones en el rostro en circunstancias no esclarecidas por las autoridades del Magdalena.
A esa misma hora, se presentó el suicidio del vigilante del puerto de Santa Marta, Ariel de Jesús Granados, en una vivienda situada en el barrio Colinas del Pando, al sur de la capital de departamento. Aunque fue llevado al centro de salud IPC La Candelaria, ya no presentaba signos vitales.
Finalmente, la tarde de ayer la Policía Metropolitana de Santa Marta atendió el hallazgo del cuerpo baleado y con signos de tortura, del comerciante samario Carlos Arturo Marulanda Pinto, residente en Medellín, quien fue abandonado en el sector de Matogiro de la vereda El Curval, jurisdicción del corregimiento de Bonda.
