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Contraloría comprobó el mal estado del Camellón
El recorrido contó con la presencia de los delegados de la Personería Distrital, Gerencia de la Empresa Edus, Secretaría de Infraestructura, Alcaldía de la localidad 3, Subcomandante de la estación de Policía de El Rodadero y Comité de Control Social.
En el marco de una denuncia pública presentada sobre el deterioro en la obra de construcción y rehabilitación de las obras del Camellón de El Rodadero, la Contraloría Distrital de Santa Marta, realizó una visita especial de verificación, con el propósito de verificar su estado actual.
Durante la visita se pudo evidenciar el deterioro paulatino en el que se encuentran algunos de los bienes y materiales entregados, por lo cual en los próximos días se hará el respectivo requerimiento tanto al contratista, como la interventoría de la obra, al igual que a la Empresa Distrital Edus, para que presenten los informes, actas y seguimiento sobre la calidad de la obras de conformidad con el presupuesto y cronograma establecido para la entrega de la misma.
El recorrido contó con la presencia de los delegados de la Personería Distrital, Gerencia de la Empresa Edus, Secretaría de Infraestructura, Alcaldía de la localidad 3, Subcomandante de la estación de Policía de El Rodadero y Comité de Control Social.
Lo anterior, con el objetivo de hacer la respectiva evaluación que conduzca a realizar de parte de este órgano de control las observaciones, correcciones y las actuaciones fiscales que haya lugar a través de la Subcontraloría de Control Fiscal y Participación Ciudadana.
EL ESTADO DEL CAMELLÓN
Aunque la infraestructura de esta obra pretendía generar nuevas dinámicas en el sector en materia de turismo, comercio, recreación, deporte y entretenimiento de El Rodadero, con la dotación de mobiliario y espacios públicos para el desarrollo de diversas actividades, hoy en día la misma no está en óptimas condiciones.
La falta de mantenimiento y el uso inapropiado de los espacios públicos han llevado a que el proyecto, que inicialmente ofrecía grandes beneficios para la comunidad, no cumpla con su propósito, generando un impacto negativo en la percepción de los ciudadanos y visitantes, quienes esperaban una mejora sustancial en el entorno y las oportunidades que la obra prometía.
Además, el deterioro de los espacios y mobiliario está afectando el atractivo turístico de la zona, lo que a su vez repercute en el comercio local y en las actividades recreativas que se realizaban.
Por lo tanto, es urgente implementar un plan de conservación y restauración para devolverle la funcionalidad a estos espacios, asegurando que se mantengan en condiciones adecuadas y sigan cumpliendo con su rol de mejorar la calidad de vida de los residentes y visitantes.
