Un buen y mejor concejo (I)

Sin que importen banderías políticas, ideológicas ni ninguna índole ni de cualesquiera otra consideración, interesan a los municipios, entre ellos el de nuestra hidalga ciudad de Santa Marta, un concejo grande en el que no esté ausente la grandeza, que vele con la sindéresis que le debe ser propia, tener en cuenta nuestras realidades, necesidades, prioridades, demandas poblacionales y calidad de vida de sus pobladores los nuestros en su todo integral, no permitir afectaciones a y en el Distrito. Ser todas sus actuaciones signadas por la responsabilidad, predisposición, celeridad y compromiso que como coadministradores de la ciudad les corresponde para tratar sus asuntos, así como focalizarse en ponerla a la altura del hoy y del porvenir en los órdenes administrativo, económico, financiero y respecto de los vitales servicios públicos, agua, acueducto y alcantarillado, entre otros.

Se trata qué coadyuven bien y mejor, con prisa y sin pausa, el camino hacia la consolidación de una ciudad moderna, en el convencimiento que, en la actualidad no son ya los municipios lo que solían ser, donde sólo debían administrar los escasos recursos locales y cuestiones menores. Hoy gobernar bien un municipio implica forjar los cimientos de la nación y ser parte de sus centralidades, seguridad ciudadana, ambiente, inclusión social, generación de empleo y trabajo, ente otros, ejes que demandan en mucho los asociados.

Requiere la ciudadanía un Concejo que aboque, recoja y exprese sin lastre ni resignación ponernos de pie, abordar todas las problemáticas con energía, valentía y capacidad en la creencia que esa debe ser la forma de proceder con altas miras, ya qué, así como la familia es la institución básica de la sociedad, los municipios son la célula madre del Estado y es desde lo municipal donde se fortalecen pueblos, naciones y países.

Necesitamos un concejo que se haga respetar, respete y escuche a todos sin importar los espacios políticos que componen el espectro local, atender todos los sectores de nuestra sociedad, adelantar realizaciones por y para todos, desafío que debe ponerse como norte la dirigencia moderna y no obstinarse a dirigir sólo a los adeptos. Igualmente atender las críticas constructivas, exigencias y reclamos. Encontrar las soluciones mejores. Resolver los problemas. Caminar con fe, esperanza, honestidad, honorabilidad y honradez al servicio comunitario.

Caber debe a nuestros concejales en materia económica y financiera ayudar a poner de pie al municipio, sanear el déficit acumulado de ejercicios anteriores, equilibrar lo fiscal con herramientas e instrumentos de modernización para que todo lo cual redunde en incrementos sustanciales que permitan llevar adelante una buena gestión. Recrearse como Concejo en beneficio Distrital, incrementar notablemente la propia autonomía y gestión de manera moderna y ágil en la búsqueda y procura de metas, objetivos y propósitos ciertos, así como revertir la peligrosa tendencia de ejercicios anteriores y darse de contera la tarea de poner en marcha y ajustarse a un vigor y funcionamiento administrativo público en todas sus diversas áreas.

Propender por que sea la salud un pilar fundamental y trabajo intersectorial continuo en materia de Prevención Primaria y Promoción de Salud, necesario para adelantar y hacer realidad una medicina social y de atención humanizada puesta al servicio de la ciudadanía, en la creencia que la atención primaria de la salud es la asistencia sanitaria esencial básica puesta al alcance de los gobernados, fortaleciendo para el efecto las acciones de diagnóstico, prevención, curación y rehabilitación, desde el nivel primario, en ruta a mejorar progresivamente todo lo concerniente a esta importante área para estar a la altura de las circunstancias.

En cuanto a la seguridad ciudadana, deberían velar nuestros concejales,  al tiempo de comprometerse con la responsabilidad que ello exige, en llevar adelante medidas para garantizar la tranquilidad de los habitantes, compleja problemática plagada de aristas, que demanda preocupación y ocupación por ser una temática demasiado delicada, neurálgica, en la que el Estado nunca puede estar satisfecho y menos distraído, ya que mientras haya un delito no puede haber satisfacción, lo que impone más hacer que decir, en lo que ayuda trabajar conjuntamente con todas las dependencia instituidas para tal fin y por ende con la comunidad en general, en la certeza de ser su mejor remedio, prevención, inclusión, fortalecimiento de la familia, jóvenes, con un buen uso del tiempo libre y acercarlos a las instituciones públicas a desarrollar actividades deportivas, culturales, religiosas y de esparcimiento, entre otras actividades que en individualidad y conjunto edifiquen una superior sociedad. [email protected]

*Abogado