HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Un firme compromiso

La coyuntura política en los países desarrollados y los conflictos armados en Europa y Oriente Medio, gestados en los últimos años, han generado un cambio significativo en la percepción pública hacia los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Este cambio se ha reflejado en las decisiones recientes de grandes empresas y entidades financieras, particularmente en los Estados Unidos.

Un ejemplo notable es la reciente decisión de seis entidades financieras estadounidenses, incluido el banco más grande del país, de retirarse de la Net-Zero Banking Alliance (Nzba), una iniciativa que compromete a los bancos a alinear sus actividades de préstamos, inversiones y mercados de capital con la meta de alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050. Aunque en EE.UU. las presiones políticas han sido una de las principales razones para este retroceso, a nivel global el compromiso con esta iniciativa sigue siendo firme, como lo demuestran los bancos miembros de la Nzba en Europa, que mantienen su determinación de movilizar capital para la transición energética hacia bajas emisiones y la conservación de la naturaleza.

El cambio de percepción también se refleja en el análisis de riesgos globales realizado por el Foro Económico Mundial. Según el informe más reciente, de los diez riesgos globales más relevantes a corto plazo (2 años), solo dos están relacionados con temas ambientales, a diferencia de los cinco que se destacaban en 2023. Sin embargo, a largo plazo (10 años), los riesgos ambientales siguen siendo prioritarios, ocupando los primeros cuatro lugares en el ranking. Aunque estos riesgos mantienen su relevancia en el horizonte de largo plazo, lo cierto es que la coyuntura política y social de corto plazo parece estar ganando terreno sobre los temas estructurales de ASG

No obstante, por desafiante que sea la coyuntura actual, esta no debe desviar al sector privado de su propósito fundamental. Las grandes transformaciones en la cultura empresarial y financiera que han ocurrido en el pasado han sido exitosas, precisamente, porque han sabido superar los retos inmediatos mediante la construcción de un propósito sólido dentro de las organizaciones. Este es el caso de la sostenibilidad en la banca colombiana, donde estos principios ya forman parte del núcleo del negocio.

La deforestación, el incremento de la temperatura global y los eventos climáticos extremos seguirán siendo desafíos persistentes, independientemente de las condiciones coyunturales políticas o sociales que enfrentamos en la actualidad. Desde el gremio bancario, continuaremos priorizando estos temas, con especial atención en fortalecer los sistemas de administración de riesgos ambientales y sociales (Saras), incluidos los climáticos. Nuestro objetivo es lograr que, para 2025, todas las entidades bancarias del país cuenten con un Saras plenamente implementado.

Además, la banca colombiana ya ha avanzado significativamente en su compromiso con la sostenibilidad, con 21 entidades bancarias que cuentan con al menos un producto financiero sostenible y una cartera asociada que asciende a $74 billones. Estos logros no solo demuestran el compromiso del sector, sino también su capacidad para afrontar los desafíos ambientales y sociales de manera estructural y estratégica.

*Presidente de Asobancaria

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