Desfile de Años Viejos, con respeto, la sátira y crítica al Gobierno

En el tradicional desfile de Años Viejos en Pasto, la crítica al gobierno local, regional y nacional estuvo a la orden del día, a pesar de la presentación de otros temas, las miradas se las llevaron las carrozas a favor y en contra de los mandatarios, es de señalar que todo fue con mucho respeto.

Desde las 9:00 de la mañana se concentraron más 4 mil artistas en la avenida Mijitayo, al nororiente de la capital, en el nuevo recorrido de la Senda del Carnaval de Negros y Blancos, allí, en hermandad, y en un gesto de entendimiento inició la parada. “Es la cordialidad, la cultura y el respeto que tenemos los pastusos; debemos ser tolerantes, es una fiesta para disfrutar. De igual manera, son mensajes que nos envían para mejorar en el Gobierno”, dijo el alcalde de Pasto, Nicolás Toro.

Los temas

Fueron 44 carrozas acompañadas por igual número de murgas, comparsas y bailarines, “se enfatizaron en temas políticos, sociales, cuidado del medio ambiente, campañas de no a la pólvora, y asuntos alusivos la agenda internacional, nacional y locales”, me parece que estuvieron acorde con la realidad del país”, dijo Andrés Villamizar, quien llegó desde la ciudad de Ibagué capital del Departamento del Tolima a disfrutar de las festividades en Pasto.

Desfile de autos antiguos

El cierre del evento contó con el desfile de autos antiguos, y elementos representativos de los años 50, 60 y 70, como bicicletas, trajes entre otros objetos emblemáticos. Es de señalar que el recorrido comprende cerca de 7 kilómetros, con final en la avenida Boyacá, al sur de la capital de Nariño.

La quema de años viejos se cataloga como algo simbólico en Nariño, la representación del año en un monigote, era utilizado por los lugareños para conmemorar el Día de los Santos Inocentes cada 28 de diciembre.

La historia

Esta práctica comenzó con la creación de muñecos de aproximadamente dos metros de altura, rellenos de aserrín y vestidos con ropa vieja, los cuales eran usados para bromas callejeras.
Según la historia, todo cambió en el año 1930, cuando Fernando Narváez Benavides decidió conservar uno de estos muñecos hasta el 31 de diciembre, convirtiéndolo en el creador del actual año viejo.

“El muñeco asusto a uno de los caballos que pasaban cerca del mercado de los dos puentes en Pasto, esto generó una serie de incidentes con el muñeco que culminaron en su quema frente a los habitantes de la ciudad, generando el inicio de un ritual que simboliza el cierre de ciclos y el paso al año nuevo”, señaló la historiadora, Lidia Inés Muñoz.

Según los relatos, en los años 50 y 60 se dio inicio a la exposición de los muñecos en los barrios, para continuar con el desfile que hoy conocemos. Ahora, para el concurso se cuenta con elementos artísticos, como esculturas y caricaturas muy elaboradas, donde se representa de forma irónica y critica temas sociales, especialmente política, artistas, deportistas destacados y temas álgidos a nivel local nacional e internacional.