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El Magdalena recibe los restos de víctimas de desaparición forzada
Las víctimas identificadas fueron presentadas como falsas bajas en combate por integrantes del Ejército Nacional, de acuerdo con las investigaciones desarrolladas por la JEP.
Para los familiares de Rafael Mejía, Alejandro Durán, Óscar Bocanegra, Harold Pérez y Antonio Tobías, la búsqueda de años terminó finalmente con la entrega digna de los cuerpos de sus seres queridos, quienes fueron víctimas de asesinato y desaparición forzada en La Guajira.
Los cinco hombres fueron presentados falsamente como integrantes de grupos armados y reportados como bajas en combate por el Ejército, lo que generó una prolongada incertidumbre para sus familias. La entrega de los cuerpos fue realizada por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en un acto de reconocimiento y reparación para las víctimas y sus seres queridos.
Estas cinco víctimas tenían varios elementos en común: sus cuerpos no habían sido plenamente identificados en el cementerio de San Juan del Cesar, donde se encontraban enterrados, y no residían en el municipio donde fueron asesinados.
Además, todas habían aceptado ofertas laborales en la esperanza de mejorar sus condiciones económicas, lo que les llevó a trasladarse a otras regiones del país.
Estos detalles fueron establecidos tras las investigaciones realizadas por el despacho del magistrado Alejandro Ramelli, presidente de la JEP, junto con los magistrados Gustavo Salazar y Óscar Parra. Las investigaciones fueron parte del Caso 03, que prioriza los asesinatos y desapariciones forzadas que fueron presentados como bajas en combate por agentes del Estado.
El proceso de identificación y entrega de los cuerpos fue realizado en las ciudades donde los familiares de las víctimas residen. El cuerpo de Rafael Mejía fue entregado en Guamal, Magdalena; el de Alejandro Durán, en Codazzi, Cesar; el de Óscar Bocanegra, en Villavicencio; el de Harold Pérez, en Barranquilla; y el de Antonio Tobías, en Fundación, Magdalena.
LA IDENTIFICACIÓN DE LOS CUERPOS
Los cuerpos fueron ubicados e identificados mediante investigación y análisis forense, resultado del trabajo liderado por la JEP y la Unidad de Búsqueda, con el acompañamiento de otras entidades como la Fiscalía General de la Nación (FGN) y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF).
Medicina Legal había solicitado a varias entidades estatales la protección del Cementerio Central de San Juan del Cesar, pues tenía la hipótesis de que allí podrían encontrarse víctimas del conflicto armado desaparecidas. En 2023, la Unidad de Búsqueda, por su lado, hizo unas investigaciones preliminares que mostraban indicios de que en ese lugar podría haber puntos de interés forense, donde era factible hallar Cuerpos en condición de No Identificados (CNI) e Identificados No Reclamados (CINR).
En respuesta, el 18 de abril de 2024 la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP decretó medida cautelar para proteger ese camposanto en el marco de las investigaciones del Caso 03 (en el Subcaso Costa Caribe) en el que se investigan los asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado.
En mayo, la UBPD inició trabajos forenses, y las intervenciones permitieron el hallazgo de 71 sitios de interés forense y se lograron exhumar 38 cuerpos con señales de violencia, producto del conflicto.
EL ADIÓS EN FUNDACIÓN
Antonio María Tobías Yance, quien se dedicaba a labores del campo, iba a cumplir 31 años cuando desapareció. Vivía con su familia en el corregimiento Galán, en Riohacha, La Guajira, y fue visto por última vez el 26 de mayo de 2006.
Finalmente, el cuerpo fue entregado de forma digna a su familia el pasado 10 de diciembre. “Ya descansamos. Ya uno sabe dónde lo va a tener. Es un alivio para uno”, dijo el papá de la víctima.