HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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‘Reconocemos la labor de los jueces de la provincia’ 

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Gerson Chaverra Castro estuvo ayer en Santa Marta atendiendo una agenda oficial con el acompañamiento de sus homólogos del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta e invitados que llegaron de algunos municipios del Magdalena y del Atlántico.

La agenda incluyó un recorrido por el edificio de los juzgados ‘Juan Benavides Maceas’ ubicado en la calle 23 con carrera 5 en compañía del presidente del Tribunal Superior del distrito judicial de Santa Marta Roberto Lafaurie Pacheco junto a los magistrados Alberto Rodríguez Akle, Miriam Fernández de Castro, Tulia Rojas, y del Consejo Seccional de la Judicatura del Magdalena con su presidente Homero Sánchez Navarro, entre otros servidores de la rama judicial.

Seguidamente acudió a la Universidad del Magdalena en donde participó en una jornada académica sobre las barreras de justicia y saludó al rector Pablo Vera Salazar.

Vale destacar que el presidente de la Corte Suprema de Justicia es el primer magistrado afrodescendiente en ostentar esa alta dignidad por primera vez en la historia del poder judicial colombiano. Cuenta con más de 32 años de experiencia en la rama judicial, 12 de ellos como servidor judicial en distintas poblaciones del departamento del Chocó como Riosucio, Tadó, Quibdó, Bahía Solano e Istmina, en las cuales se desempeñó como juez promiscuo municipal, juez penal municipal, juez promiscuo del circuito, juez penal del circuito y juez penal del circuito especializado.

En su trayectoria se destaca que el 11 de marzo de 2020 se posesionó como magistrado de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia y en el año 2024 fue elegido por la Sala Plena como presidente de esta corporación.

Durante su intervención en el auditorio Sierra Nevada de la Universidad del Magdalena, el magistrado Gerson Chaverra agradeció el cálido recibimiento de su rector Pablo Vera y saludó a los asistentes, entre ellos a los anfitriones del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta con su presidente Roberto Lafaurie y del Consejo Seccional de la Judicatura del Magdalena con su presidente Homero Sánchez Navarro.

“Es la primera vez que vengo a la Universidad del Magdalena y me voy impresionado, pero a la vez muy feliz de encontrar una universidad pública tan linda y bien mantenida porque en el imaginario siempre debe ser que lo público debe ser algo bien consagrado. Saludo a todos los magistrados, jueces del distrito judicial de Santa Marta y del distrito judicial de Barranquilla, estudiantes y asistentes. Mi presencia en condición de presidente de la Corte Suprema de Justicia es un acto de reconocimiento a la labor de los jueces de la provincia colombiana, es un deber moral seguir visibilizando su voz, su trabajo con sentido de pertenencia y humanismo”, indicó.

El magistrado Chaverra destacó que los jueces de la provincia deben superar las dificultades del orden público, de transporte y de las condiciones en los territorios e involucrándose con la cultura en cumplimiento de la sagrada misión de administrar justicia llevando la democracia por la dignidad de los pueblos.

“El propósito de mi visita es compartir con ustedes una serie de reflexiones sobre la historia de nuestra Nación que se fue tejiendo después de ir superando una serie de conflictos sociales, económicos y políticos que desde luego han incidido directamente en el derecho, el estado y la administración de justicia. Es un honor estar en Santa Marta, ciudad que hace fama por tener la bahía más hermosa de América, última morada del Libertador Simón Bolívar y que está próxima a cumplir 500 años, fecha para celebrar y también mucho por conmemorar”, aseveró.

Por su parte el rector Pablo Vera celebró la visita del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra, a la Universidad del Magdalena con todos los demás magistrados de los Tribunales Superiores del distrito de Santa Marta y de Barranquilla.

“Para nosotros abrir las puertas a la rama judicial para sus diferentes eventos académicos es una oportunidad única para que los estudiantes puedan contrastar lo que aprenden en las aulas con el ejercicio práctico que creo es el papel de la educación. Revisaba el título del evento y pensaba si cambiamos barreras para el acceso a la educación en Colombia o a la salud resulta que muchas de las causas que impiden el acceso efectivo a la justicia impiden el acceso a otros servicios esenciales del estado, sin mirar qué es más grave: no acceder a la educación o no acceder a la administración de justicia y precisamente en ese contexto nuestro en territorio intercultural y diverso con brechas enormes entre áreas urbanas y rurales que además se acentúan entre las áreas urbanas y de capitales de regiones como el Caribe y las áreas urbanas del centro del país. No es lo mismo ser la capital del Magdalena que ser la capital de Cundinamarca o ser la capital del Atlántico versus la capital de La Guajira”, expresó.

Agregó que esa disparidad regional representa un desafío enorme para las instituciones del estado, incluyendo a las universidades que deben aportar para disminuir esas barreras a la justicia. “He insistido en que nuestros programas de derecho son casi todos iguales y poco nos hemos puesto a pensar en las especificidades y realidades que nos da el territorio. Acá hemos adoptado la enseñanza de lenguas indígenas como alternativas optativas, muchas personas hoy están consiguiendo oportunidades laborales en territorios precisamente por ese factor diferencial. No es entender la lengua en su complejidad porque son muy difíciles de hablar, pero sí entender un poco la cultura y comprender como se concibe en el territorio la justicia y como se pueden resolver conflictos”, anotó.

Fue categórico al afirmar que “las universidades tenemos que asumir un papel entonces de que, si queremos una justicia más inclusiva, más intercultural pues formarnos en esa perspectiva a los nuevos abogados, pero también actualizar a los profesionales existentes. Es muy difícil y complicado en territorio poder administrar o que la justicia opere cuando existen barreras en sí misma, por la infraestructura, condiciones y no formamos abogados con sentido del servicio de la humildad, de entender que hay que salir del despacho e ir al territorio”, puntualizó el rector Vera Salazar.

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