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“Vivimos una época inquietante, pero mucho más deshumanizada”
Alejandro Gaviria, exministro de salud y de educación, visitó ayer Santa Marta para presentar su libro “El desdén de los dioses”. El escritor reveló detalles de la obra y sus presagios apocalípticos. /MONTINER ALVIS
El economista, académico y escritor Alejandro Gaviria dijo que muy a pesar de la existencia de escenarios apocalípticos reconoce que hay personas con esperanzas y con ganas de aportar en las transformaciones sociales que son urgentes para no sucumbir.
El exministro de Salud y de Educación, pero también excandidato presidencial Alejandro Gaviria, visitó Santa Marta para presentar su libro ‘El desdén de los dioses’ donde reúne una colección de cuentos que motivan a los lectores a reflexionar sobre las razones de su postura ideológica de estos años y el porqué de su ironía.
Durante su intervención ayer en el auditorio ‘Rodrigo Noguera Laborde’ de la Universidad Sergio Arboleda, Alejandro Gaviria, advierte que la sociedad actual está viviendo una realidad inquietante que nos está llevando a la deshumanización, por eso plantea reflexiones sobre esta época incierta en temas relacionados sobre la crisis climática, la inteligencia artificial y la manipulación biológica.
Ante un público integrado por estudiantes, docentes, directivos académicos y comunidad en general, el autor del libro reveló que rompió el esquema del ensayo para brindar una serie de relatos sobre lo positivo de la actitud pesimista en estas épocas de final o -según él- “presagios de un mundo apocalíptico”.
El economista, académico y exrector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria dijo que muy a pesar de la existencia de escenarios apocalípticos reconoce que hay personas con esperanzas y con ganas de aportar en las transformaciones sociales que son urgentes para no sucumbir.
“Me gusta creer que si uno trata de actuar con justicia y razonar con lucidez hay formas de cambiar y transformar. Las historias reunidas en este libro, escritas durante los últimos años, muestran algunas de las contradicciones y paradojas de este tiempo, especulan sobre nuestro futuro incierto, juntan ideas y memorias e intentan una suerte de parodia de las distopías y las fábulas apocalípticas tan propias de la época”, sostuvo el autor.
Comentó además que en la mayoría de las historias relatadas existe un sentido de abandono y de soledad existencial, “como si los dioses ya se hubieran desentendido de la suerte de los seres humanos o como si miraran, entre indiferentes y risueños, el resultado más o menos previsible de nuestras tendencias autodestructivas, de las consecuencias obvias de habernos dado al mismo tiempo el ingenio y la voracidad. El desdén de los dioses aparece aquí y allá en este libro como una presencia ominosa y trágica al mismo tiempo”.
En el conversatorio hubo un instante bastante sublime y es cuando Alejandro Gaviria menciona el cuento ‘Las estatuas del sur’ dedicado a su padre en donde evoca cuando de niño lo lleva a conocer las estatuas de San Agustín y durante ese viaje desde Medellín contemplaron un amanecer majestuoso y su papá dijo “con razón lo adoraban”. Y recordó también cuando aprendía a conducir un vehículo y él le dijo “para manejar la clave es aprender a usar los espejos”.
