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Indignación y repudió es lo que sienten los residentes en el corredor turístico del Distrito de Santa Marta, por la manera ‘criminal’, como invasores acabaron con más de tres hectáreas de bosque seco tropical, en las riberas de la quebrada El Limón.
Pero no solo atentaron contra el medio ambiente, al dejar sin su hábitat a centenares de iguanas, aves, ardillas, conejos y armadillo, sino que atentan contra la infraestructura del poliducto de Ecopetrol, que pasa por el lugar.
Los denunciantes manifestaron que hubo tiempo para que las autoridades hubieran evitado ese desastre natural que no solo acabó con la vegetación joven sino con árboles hasta de 7 metros de altura y más de 70 años.
El desastre natural a causa de la deforestación causada a ese afluente, para obtener de manera ilícita dicho territorio que posteriormente lotean para venderlo a quienes hagan la mayor oferta, debe ser castigadas no solo por las autoridades encargada de proteger el medio ambiente, sino por las autoridades penales, conceptuaron vecinos del lugar.
“No hay derecho para que esto pase en el Corredor Turístico del Distrito de Santa Marta, en el área de influencia del aeropuerto Simón Bolívar, zona que se supone será para el desarrollo turístico de la ciudad”, dijo Carmelina Cantillo Rosado, residente en el barrio Cristo Rey, vecina del lugar.
Denunciaron que todos los días, por la mañana y por en la tarde, llega una mujer en una camioneta de alta gama que da órdenes a todos los invasores y es la que determina donde deben construir e improvisar los cambuches.
Lo grave de la situación, según los denunciantes, es que tanto el Departamento Administrativo Distrital Para La Sostenibilidad Ambiental, Dadsa; la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag; la Policía Ambiental del Distrito y la Policía Metropolitana de Santa Marta, Mesan, están al tanto de la situación, pero no han hecho nada.
UN GRAN PELIGRO
“Los del Dadsa, como la Policía Metropolitana, estuvieron un rato, hablaron con los invasores, se fueron y cuando dieron la espalda, nuevamente los invasores arreciaron el corte de la vegetación y quema de la misma por la noche exponiendo al peligro los inmuebles de los alrededores”, sostuvo.
Cantillo Rosado fue contundente al afirmar, que las quemas sin control de la maleza y el follaje que hacen en horas de la noche, podría ocasionar una tragedia en la zona, si la candela llega hasta el poliducto de la Empresa Colombiana de Petróleo, Ecopetrol, administrado por la empresa Cenit.
“Como esa tubería llegue a coger candela, el desastre será inmisericorde, porque por esa tubería lo que bombean es gasolina y creo que gases. Por eso nuestro temor y por eso es que estamos exigiendo de las autoridades administrativa y de policía que hagan algo”, expreso.
Es tan grande la deforestación de la vegetación que desde la Troncal del Caribe y desde la parte alta de los edificios que se encuentran en el área, el impacto que eso causa es desalentador.