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La organización ambiental Cruz Verde Ambiental mostró su interés en participar en el proceso de negociación de paz entre el Gobierno Nacional y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada Acsn en el departamento del Magdalena.
La anterior solicitud mediante un comunicado, por medio del cual la entidad expresó su deseo de contribuir a la protección de la biodiversidad en la región como parte de los acuerdos de paz.
En su solicitud dirigida al Estado Mayor de las Acsn, Cruz Verde Ambiental afirmó: “vemos con optimismo y esperanza la voluntad de iniciar diálogos con el Gobierno Nacional para alcanzar un acuerdo que garantice la protección de la biodiversidad en la Sierra Nevada de Santa Marta y en las áreas donde operamos. Por ello, solicitamos que se nos considere como parte de la mesa de diálogo, de acuerdo con lo estipulado en la Ley 2272 de 2022, para poder aportar nuestros más de 14 años de experiencia”.
Las ACSN respondieron a esta propuesta a través de su cuenta en X, agradeciendo la invitación y reafirmando su compromiso con la paz en la región. “Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por la oportunidad de ser parte de la mesa de diálogo. No defraudaremos la confianza que depositan en nosotros, y menos aún abandonaremos nuestro sueño de paz en la Sierra Nevada de Santa Marta”, declaró el grupo armado.
El proceso de paz en Magdalena sigue sumando actores con el objetivo de poner fin a décadas de conflicto armado que han dejado miles de víctimas en la región. Es relevante señalar que Cruz Verde Ambiental cuenta con la acreditación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y tiene la condición de Observador Especial ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6), además del estatus de Consultor Especial ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas Ecosoc.
Por lo tanto, la experiencia y el reconocimiento internacional de Cruz Verde Ambiental podrían ofrecer una perspectiva valiosa para la construcción de una paz duradera y sostenible en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde tanto la biodiversidad como las comunidades locales han sufrido a causa de la violencia.