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El Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes acaba de publicar el informe «Actitudes y Opiniones de la Mujer Colombiana» en el cual analiza los resultados de un trabajo de campo realizado en 2018. Como indaga por separado las distintas regiones del país es posible identificar cómo piensan las mujeres del Caribe sobre distintos temas e identificar su posición relativa frente a las mujeres de las otras regiones, Pacífica, Oriental, Central y Bogotá. Es interesante saber que las costeñas viven prioritariamente en unión libre, muchísimo más que las de otras regiones; pocas son casadas y menos aún se identifican como viudas. Sorprende que tienen en promedio más hijos pero en términos de educación solo las superan las mujeres en Bogotá. Esto parece contradecir la idea de que a más educación menor fecundidad.
Sus ingresos son muy inferiores a un salario mínimo y casi la mitad están dedicadas a los quehaceres del hogar. Esta precariedad económica se repite en el resto del país con la sola excepción de Bogotá en donde las mujeres obtienen los mayores ingresos: el 41% recibe más de dos salarios mínimos y esta proporción es casi inexistente entre las mujeres caribeñas. Además en el Caribe se encuentra la menor proporción de mujeres empleadas con alguna remuneración.
Con este perfil, no deberían sorprender algunas de sus opiniones. Como lo afirma este documento «Las mujeres encuestadas en la Región Caribe tienen probabilidades … más altas de estar de acuerdo con que una mujer debe pedir permiso a su pareja» y son las que más creen que «una mujer solo puede sentirse realizada cuando es madre».
En el campo de la participación política, ellas son las más creen que los hombres son mejores políticos que las mujeres, lo que es compatible con su visión tradicional sobre el papel de la mujer en la sociedad. Son, después de las mujeres de la región Central, las que más aprueban la democracia como mejor forma de gobierno y ocupan el segundo lugar en estar satisfechas con el funcionamiento de la democracia. Tienen también, junto con las mujeres del Pacífico la mayor tolerancia política. Confían en el presidente, en el sistema de justicia y en el Congreso. Su nivel de religiosidad es muy alto y creen especialmente en las iglesias cristianas y evangélicas.
En síntesis, son muy tradicionales pero empiezan a incursionar en las redes sociales especialmente en Facebook pero poco utilizan el WhatsApp. Y lo más interesante, frente al conflicto tiene una posición poco coherente porque como todas las demás, no aprueban que los excombatientes desmovilizados de las FARC presenten candidatos a elecciones. Pero son las que más ven posible el perdón y la reconciliación.
Muy alejadas están las costeñas de lograr su autonomía, de replantear los patrones más tradicionales sobre el papel de las mujeres en el Siglo XXI. El Caribe no avanzará en equidad si no desarrolla estrategias que les permitan a sus mujeres dejar atrás los valores de la sociedad patriarcal.
*ExMinistra de Estado