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“Los ‘Puchitos’ de $500 millones se los entregaban a Gustavo Moreno”: Besaile

Bajo la gravedad de juramento, el exsenador Musa Besaile dijo que el entomces abogado Luis Gustavo Moreno le pidió 6.000 millones de pesos para frenar una orden de captura en su contra que preparaba la Corte Suprema de Justicia en 2015, en atención al proceso que se le seguía por parapolítica. La declaración fue entregada durante el juicio que se sigue en contra del exmagistrado Francisco Ricaurte por el ‘Cartel de la toga’.

Ante la negativa del político cordobés, Moreno le hizo una rebaja y tasó la intervención en 4.000 millones de pesos, no sin antes señalarle que tenía la intención de ayudarlo, porque así había recibido las indicaciones.

La fiscal del caso le preguntó a Besaile si en algún momento Moreno le mencionó quién había recibido esas pautas, a lo que el cordobés respondió que el abogado le había señalado que las instrucciones venían de Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte.

La reunión a la que hizo referencia Besaile ante el estrado se realizó en el hotel Radisson del norte de Bogotá y se celebró en febrero de 2015.

La nueva exigencia económica también tuvo la negativa del exsenador, por lo que Moreno bajó la oferta a 2.000 millones de pesos, pero le dijo que no le respondiera enseguida y que se tomara su tiempo para darle la respuesta.

El requerimiento del abogado también contemplaba que el monto se entregara en efectivo, en Bogotá y antes de la Semana Santa de ese año. A la par con esas condiciones, Besaile aseguró que lo sentenció en caso de no cumplir con la imposición: “o pagas o vas preso. Después de Semana Santa te capturan”. Acto seguido le recordó lo que había sucedido a Julio Manzur que unas semanas antes fue detenido por un proceso similar.

Al comentarle el caso a su familia, le propusieron denunciar a Moreno. Sin embargo, desistieron de la idea porque en ese entonces era asesor del fiscal general de la Nación y era un riesgo que prefirieron no correr porque, además, el abogado tenía gran prestigio en los círculos de poder y judiciales del país.

Bajo ese panorama, Besaile optó por redactar un documento en el que describía la situación que vivió con el abogado y lo autenticó ante la Notaría Única de Sahagún. Asegura que de ese documento tiene varias copias, una de ellas fue entregada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Los encuentros con Moreno, con el exmagistrado Francisco Ricaurte, las exigencias económicas y las presiones judiciales hacen parte de ese documento con el que Besaile se quiso blindar en el evento de que le pasara algo o en caso de requerirlo para un eventual proceso judicial.

EL PRÉSTAMO

Besaile se confesó temeroso de ser privado de la libertad por lo que optó por pedir prestados los dos mil millones de pesos ya que, según dijo, no los tenía en ese momento. Acudió entonces a un viejo conocido de la familia, José Miguel Ramírez, propietario de una distribuidora.

“Él me facilita los dos mil millones de pesos, pero me los va entregando como puede y cuando tenía ‘puchitos’ de 500 millones de pesos se los iba entregando a mi abogado (Luis Alejandro Lyons) y me imagino que él se los iba entregando a Luis Gustavo Moreno”, relató el político cordobés.

Sin embargo, el proceso, que hasta la fecha se mantenía como preliminar, empezó a avanzar en contra de Besaile, por lo que buscó a Moreno y a Ricaurte para consultarles qué era lo que estaba pasando. Con el primero se reunió en un restaurante del exclusivo sector del parque de la 93 y con el segundo en el apartamento de este.

Al magistrado le interrogó sobre el porqué, en vez de archivar el expediente, como había sido el trato, se había movido en otra dirección. “Ricaurte me dijo ‘tranquilo, Musa, no te preocupes. Yo estuve hablando con Gustavo (Malo) y me dijo que ahí no había nada. Ten paciencia que eso se va a resolver a favor’”, contó Besaile.

En su relato, el exsenador mencionó que en mayo de 2017 detuvieron a las hermanas Bechara, María Fátima y Mara, dueñas de la Universidad del Sinú. Tras esa detención, Ricaurte lo llamó insistentemente, pero Besaile reconoció que se negó a contestarle porque “ya le tenía fastidio”.

Finalmente, Besaile accedió a contestarle el primero de junio de ese año y se citaron en Club de Banqueros a la hora de almuerzo. Tras la conversación inicial, Ricaurte fue al grano y le dijo que se había enterado que la suegra del político había sido detenida.

“Yo lo dejé que hablara y me dijo que supo de la captura de Mara Bechara. Luego me dijo que tenía la persona clave para eso y me contó que el proceso lo llevaba la oficina que es del resorte de Gustavo Moreno”, reseñó Besaile.

Para esa fecha, Moreno no fungía como abogado, sino que había sido designado como fiscal anticorrupción nombrado por Néstor Humberto Martínez, al parecer, por recomendación de Leonidas Bustos.

Besaile permitió que Ricaurte hablara del tema y al finalizar le dijo que la señora Bechara no era su suegra, pero sí lo era de su hermano Edwin Besaile. Nunca supo por qué el interés del entonces magistrado para entablar conversación de ese tema.

Esa fue la última vez que se encontró en libertad con el magistrado Ricaurte. Posteriormente, ambos coincidieron en un patio de la cárcel La Picota.

BOGOTÁ (Colprensa).

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