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El trasplante de riñón, es sin duda una esperanza de vida que, en muchos casos, se ve frustrada por la falta de donantes. Según los expertos las enfermedades renales en niños pueden pasar desapercibidas, detectarlas a tiempo puede marcar la diferencia.
Síntomas como hinchazón en el rostro o piernas, cambios en la orina, infecciones urinarias frecuentes o cansancio extremo pueden afectar la calidad de vida.
“La creciente lista de espera refleja la necesidad de fortalecer la cultura de donación en el país. Aunque el número de trasplantes ha aumentado, aún hay miles de personas esperando una oportunidad de vida”, afirmó la médica Sandra Milena Brand, nefróloga pediatra del Hospital Infantil San Vicente Fundación.
Subrayó que al consultar a un especialista ante cualquier indicio es clave para un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
“Gracias a los avances en los trasplantes de riñón, cada vez más personas acceden a esta opción, aunque la demanda sigue superando la disponibilidad de órganos. Según el Instituto Nacional de Salud, en 2021 el 64,6% de los trasplantes en el país fueron renales, cifra que aumentó al 69,07% en 2022. Sin embargo, en 2023, la lista de espera creció un 17%, alcanzando los 3.328 pacientes”, manifestó.
Apuntó que con una tasa de donación de apenas 6,4 donantes por millón de habitantes, Colombia enfrenta un reto significativo para salvar más vidas.
“El trasplante de donante vivo se ha convertido en una solución vital para reducir los tiempos de espera y mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia renal. Este procedimiento es seguro gracias a estrictos protocolos médicos que garantizan la salud del donante”, añadió.
Según los médicos este procedimiento de trasplante se realiza bajo la orientación de un equipo profesional de médicos de distintas áreas.
“El trasplante de donante vivo es un proceso cuidadosamente coordinado por un equipo multidisciplinario de especialistas, que incluyen nefrólogos, cirujanos, anestesiólogos, psicólogos y trabajadores sociales. Evaluamos la salud del donante antes y después de la intervención, asegurando que pueda llevar una vida completamente normal con un solo riñón. Además, este tipo de trasplante tiene mayores tasas de éxito y mejores resultados a largo plazo para los receptores”, explica el doctor Joaquín Rodelo, nefrólogo de adultos del Hospital San Vicente Fundación Medellín.
Destacaron que es importante la educación, la sensibilización y el compromiso social son fundamentales para reducir la brecha entre la demanda y la disponibilidad de órganos.
/LAFM