´Un país dividido y con una democracia amenazada va por el peor de los caminos´

El continente latinoamericano está “hastiado de extremismos y de la política de confrontación”, afirma Fernando Carrillo quien sugirió la necesidad de fomentar un diálogo sensato y ecuánime.

POR

EDGAR

TATIS GUERRA

El exprocurador general de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, quien estuvo esta semana en Santa Marta presentando su libro en la Universidad del Magdalena dijo que la democracia actualmente está amenazada y es un deber de todos fortalecerla.

Ante el público que acudió al auditorio Neguanje de la institución universitaria, el autor del libro “Defender la democracia sin miedo, desde la democracia” hizo un análisis sobre las discusiones a las que están llevando a la sociedad colombiana para dividirla, fracturarla y polarizar aún más.

Durante su intervención agradeció la deferencia del rector Pablo Vera Salazar y a todos los asistentes entre quienes estaban estudiantes, representantes gremiales, abogados y profesionales de distintas áreas del conocimiento.

“El país está viviendo un momento crucial de transición y compartiré algunos análisis para avivar una reflexión con acciones propositivas. A todos ustedes quiero agradecerles su presencia, así como a los representantes de los gremios. Me preguntaba el rector cuál fue el origen del libro y realmente esa pregunta no me la habían hecho todavía en tantas presentaciones. Y lo cuento porque tiene que ver un poco por el culto a los libros, por una parte, pero también por el poder transformador que tienen los libros. Fue en una de esas ocasiones únicas y especiales de la vida cuando me tocó atender una visita a Irene Vallejo, la escritora en español más vendida en el mundo por su sabiduría, humildad y sentido común que transpira en todos sus comentarios y en sus libros. Y conversando con ella en una visita a Bogotá en la Feria del Libro me invitó a ser partícipe de un foro sobre democracia que tenía en la biblioteca Virgilio Barco. Fue allí en donde conocí a los que ahora son los editores de este libro”, recordó Carrillo Flórez.

Comentó que el libro responde a varias inquietudes entre ellas qué vamos a hacer para defender la democracia en medio de una crisis tan grande; cómo vamos a defender las instituciones de la democracia; cuál es el compromiso de cada uno en la defensa y en la promoción de la democracia.

“El título del libro viene precisamente de la forma y el análisis del estado actual de la democracia que es de verdad muy preocupante. Yo vengo de una familia de médicos y suelo utilizar mucho los términos médicos y puedo decir que la democracia no solo está en cuidados intensivos, sino que le falta oxígeno y tiene pocos glóbulos rojos, está convaleciente y el punto es qué vamos a hacer con la democracia”, sostuvo Carrillo.

Al hacer una breve motivación para que lean el libro dijo que una de las tesis fundamentales es que estamos metidos en la discusión equivocada y en una trampa de la que urge salir. “Hace 33 años cuando los jóvenes desde la universidad se dieron cuenta de su poder transformador en las grandes reformas sociales del país se unieron al proceso de la Séptima Papeleta que dio origen a una Asamblea Nacional Constituyente para lograr la Constitución de 1991”, enfatizó Carrillo recordando que fue una época donde el país estaba dividido entre azules y rojos, centralistas y federalistas, entre costeños y cachacos, en fin con todas esas divisiones que son tan artificiales y que tanto daño le hacen a una sociedad que lo que busca es un incendio alrededor de un propósito”.

Por tal razón, Carrillo Flórez fue enfático al afirmar que hoy está más convencido que nunca de lo que se ve a nivel mundial, porque -según él- la moda es estar polarizados y divididos. “Cuando realmente lo que requiere una democracia es un debate serio y profundo, un debate de nivel y no a base de insultos ni descalificaciones. El país está harto de eso, de tanto descalificar al otro, más en un país con esta propensión a la violencia física cuando avanzamos en la violencia verbal el paso siguiente es llegar a la violencia física y ojalá eso no pase en el 2026”, anotó.

VAMOS POR MAL CAMINO

Según Fernando Carrillo Flórez, un país dividido y con una democracia amenazada va por el peor camino al cuestionar el maniqueísmo de la izquierda contra la derecha en donde están queriendo meter a los colombianos en que son fachos o mamertos. “Recientemente yo ponía un ejemplo que es bastante diciente en relación con la Corte Constitucional que es ese tribunal que creamos en la Constitución del 91 y que es la institución más importante para defender la institucionalidad democrática, que ha sido fundamental para que prospere la tutela como el instrumento más relevante de democratización de la justicia y ustedes miran a un precandidato de derecha que fue vicepresidente diciendo que la Corte Constitucional se la van a tomar los mamertos, que la Corte Constitucional está a punto de quedar en manos de los marxistas, cosa que no es cierta. Además, porque el petrismo tiene oportunidad de tener mayorías en la Corte Constitucional en el corto plazo como se está diciendo y pues ya termina el periodo luego eso es imposible”, sostuvo.

Y advierte que así está la polarización: se dice que la Corte Constitucional es de los comunistas y desde el otro lado otro jurista de izquierda dice que no, que la Corte Constitucional está es en manos de los neoliberales desalmados, de los conservadores que están tratando de impedir las reformas sociales. “Yo les decía a los magistrados de la Corte que eso demuestra que lo están haciendo bien porque cuando a uno le pegan desde los extremos es porque uno va por el camino correcto. Y toda Colombia está así, el país tiene un problema mental y no necesita un fiscal general de la Nación sino un psiquiatra general de la Nación”, remarcó Carrillo Suárez.

El exprocurador Fernando Carrillo participó seguidamente en un conversatorio, el cual tuvo como moderadores a la empresaria del turismo Leonor Gómez y al periodista-abogado Ulilo Acevedo Silva, director de HOY DIARIO DEL MAGDALENA, en donde disertó sobre diversos aspectos relacionados con los cambios y ajustes que necesita el país en estos momentos cruciales. Fue directo al afirmar que las transformaciones que requiere el país no se van a conseguir lanzando discursos bajo el ímpetu de ‘el pueblo soy yo’ ni convocando a las plazas públicas.

“Lo que se necesita es un amplio acuerdo político que involucre a los diversos actores”, advierte Carrillo, quien además considera que la vía para salvar la democracia no es cambiar la Constitución de 1991 que es la norma superior, sino todo lo contrario: “defenderla y hacerla cumplir porque fue producto de un gran consenso nacional apoyado popularmente, no de los intereses particulares de un gobernante. En Colombia no se puede forzar un momento constituyente por capricho de un gobierno, sin que existan ni la necesidad ni las garantías para que este se dé”, se lee en su libro.

El exprocurador también hizo una reflexión sobre el contexto internacional y resaltó que, aunque la crisis de la democracia se ve en América Latina, también se observan signos similares en Europa y América del Norte. En su opinión, el continente latinoamericano está “hastiado de extremismos” y de la política de confrontación. Frente a esto, sugirió la necesidad de fomentar un diálogo sensato y ecuánime: “El gran déficit de Colombia en este momento es la ecuanimidad”, puntualizó.