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La procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, fue derrotada en la Corte Constitucional. De su mano, el llamado abogánster, Diego Cadena… y, en últimas, el expresidente Álvaro Uribe, cuya audiencia preparatoria de juicio empieza en unos minutos.
La procuradora Cabello había ejercido la facultad de insistencia para que la Corte Constitucional revisara una acción de tutela interpuesta por Cadena que buscaba que fueran declaradas ilegales las comprometedoras conversaciones entre él y el expresidente Uribe.
La procuradora hizo uso de su facultad de insistencia para que la Corte Constitucional revisara la tutela que Cadena, y su abogado, Iván Cancino, ya habían perdido en el Tribunal Superior de Bogotá y en las salas Penal y Civil de la Corte Suprema de Justicia.
No es frecuente que la procuradora general, Margarita Cabello, ejerza esta atribución. De hecho, la insistencia de Cadena es apenas la quinta que presenta este año de acuerdo con la numeración del Ministerio Público.
La noticia es que, muy procuradora general, muy insistente, pero la Corte Constitucional le dijo que no. La tutela no será revisada. De acuerdo con la jurisprudencia constitucional la decisión de no selección en sede de revisión hace tránsito a cosa juzgada: inmutable y definitiva.
En un monumental NO a Margarita Cabello y a su protegido, Cadena. La procuradora sostuvo en su fallida insistencia que no lo hacía por Diego Cadena sino porque el caso “trasciende la satisfacción de los intereses individuales de las partes”. Eso si es verdad: el mayor interesado es otro.
Entre las grabaciones que pretendía excluir como pruebas hay varias celebres. Hablemos solo de dos. Quizás ustedes recuerden el “proceda, doctor Diego”, con el que el expresidente Uribe autorizó a Cadena para ofrecerle favores jurídicos al testigo Juan Guillermo Monsalve. O cuando, en otra llamada, Cadena le comunicó a Uribe que hacía trámites en la Fiscalía a favor del testigo, Carlos Enrique Vélez.
Esas grabaciones, junto con otras pruebas, son piedras angulares del proceso que tiene en juicio tanto a Cadena como a Uribe.
La defensa de Uribe y la de Cadena sostienen al unísono que esas grabaciones no prueban nada, pero han buscado en todas las instancias posibles que sean declaradas ilegales. ¿Si realmente no prueban nada, por qué quieren excluirlas del proceso?
La estrategia de los acuciosos defensores ha sido repetir hasta la saciedad que dichas grabaciones vulneran la relación cliente-abogado. Todas las instancias judiciales han determinado que para la fecha Cadena no ejercía como abogado de Uribe.
Por lo demás, universalmente está aceptado que la relación cliente-abogado no puede usarse como burladero para la comisión de delitos. De otra manera, a las organizaciones delincuenciales les bastaría con tener un abogado en sus conversaciones para quedar blindados frente a las investigaciones judiciales.
El pleito por la legalidad de las interceptaciones también ha tenido su capítulo de humor, protagonizado por Iván Cancino, célebre humorista involuntario.
Resulta que mientras en el proceso penal, Cancino pedía la declaración de la ilegalidad de las interceptaciones alegando que Cadena actuaba como abogado, en el proceso disciplinario sostenía lo contrario.
En un célebre alegato ante la Comisión de Disciplina Judicial, Cancino llegó a preguntar “¿Dónde se probó en este juicio que Diego Cadena actuaba como abogado?”.
Como dice una cosa, dice la otra.
Con esa noticia, con esa derrota, arranca en unos minutos la audiencia preparatoria del juicio al expresidente Álvaro Uribe.
Su abogado, Jaime Granados, mientras anunciaba que habrá grandes sorpresas en la audiencia de hoy ,pedía su aplazamiento (¡!), argumentando que el expresidente iba a llegar cansado después de asistir a una invitación del gremio de supermercados de Paraguay.
Habría podido evitar la fatiga no aceptando la invitación de los supermercados y atendiendo la audiencia que estaba citada mucho antes.
Como la doctora Sandra Liliana Heredia, juez de conocimiento, le negó el aplazamiento, a todas luces, dilatorio; en unos minutos conoceremos cuál es ‘el conejo’ que Granados sacará del cubilete. No podemos perdernos la audiencia.
/WRadio