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¿Cómo te sientes contigo mismo hoy?
Por
GIULIANA
MANCUSO
Queremos que todos piensen bien de nosotros todo el tiempo, buscando así una perfección y no podemos ser perfectos. Por lo general las personas que no se aman y no se aprueban así mismas, viven con un profundo dolor emocional, y es ahí donde sienten la necesidad de salir a ser aprobados por otros.
¿Cómo te sientes contigo mismo hoy? Llegó la hora de verte con ojos de amor.
“Me aburrí de agradar a todo el mundo”. Hoy día hay muchas personas con la necesidad de obtener aprobación de una forma poco saludable. Los “adictos a la aprobación” se pasan en una lucha constante con falta de identidad, baja autoestima y esto genera serios problemas en las relaciones con los demás.
Buscar la aceptación de todos conduce a la desilusión y abre heridas innecesarias que tomarán tiempo para sanar. Tienes que entender de una vez por todas que no a todos les vas a agradar y no todos van a estar de acuerdo contigo.
El mundo de las redes sociales nos ha permitido experimentar cercanía con personajes que admirábamos y veíamos muy lejanos, modelos, actores, políticos, cantantes, artistas. Tanta es la admiración hacia a ellos que hemos caído en el juego de querer imitarlos, alejándote de esta manera de la maravillosa esencia y del valor que tenemos, todo por querer imitar y ser aprobados.
Esas vidas perfectas que ves en una imagen de Instagram o en un video de un minuto y treinta segundos no dejan de ser solo eso: videos e imágenes (con esto no quiero decir que no sean realidad) pero siempre van a querer mostrar muchas veces lo que no muchas veces se vive de verdad.
Tu número de seguidores en redes sociales o la cantidad de likes que tengas en tus post, no define para nada lo que tú eres, Tú estás por encima de un comentario, de un emoji, de un aplauso.
Tu vida y tu propósito tiene sentido cuando tu alma se siente plena con él simple hecho de hacer lo que haces para sentirte bien contigo y generar una transformación en el mundo.
No hagas las cosas para que todos estén felices, créeme que muchas veces es mejor que no les guste lo que haces y les incomode, porque es justo ahí cuando estamos generando cambios. ¿De que vale tenerlos a todos contentos y aplaudiendo?
Si sigues haciendo las cosas con el fin equivocado terminarás cansado y agotado mentalmente. Es muy difícil vestirte todos los días para seguir la tendencia, hacer un video todos los días mostrando tu estilo de vida, escribir un mensaje para que todos se sientan identificados. ¿Qué tal si cambias la sintonía? Haz todo para ti, para Dios, para nutrir tu alma y tu corazón.
Revisa si en tu relación sentimental das más de lo que recibes y te desgastas pensando que no te quieren. Revisa si en tu trabajo haces las cosas por agradar al jefe o por la excelencia que te caracteriza. Revisa si en tus redes sociales comunicas por convicción o por lo que es moda. Revisa si los que están a tu lado están contigo por qué son dignos de acompañarte o porque quieres tener figuras para que lo que haces tenga más aprobación.
Basta ya de hacer cosas para hacerte notar ante el mundo. ¿Qué tal si conviertes toda esa admiración y aprobación que le das a los demás en amor para ti y lo que tú eres? Pídele a Dios que sea tu manager y el mismo te enseñará el valor que tiene todo lo que eres y haces sin necesidad de que recibas o no la aprobación de los demás. Tu valor no lo determina tu número de seguidores, tu valor lo determina Dios.