Turistas colgaron hamacas en pleno camellón samario

Desconociendo las normas para el buen comportamiento de las personas que nos visitan, en temporadas alta y baja, unos turistas procedentes de Medellín, como si se tratara de una zona para camping en la montaña, colgaron dos hamacas en el camellón de la bahía samaria y se entregaron a los brazos de Morfeo.

El singular comportamiento de estos turistas paisas, llamó la atención de todos los visitantes a esa hora de la tarde que llegaron hasta la bahía para darse un baño de mar, aprovechando que el astro rey se ocultaba en el horizonte.

Fue tanta la curiosidad despertada por las dos hamacas fabricadas en San Jacinto, Bolívar, colgados en las palmeras que se encuentran en los alrededores de la escultura de Rodrigo de Bastidas, fundador de Santa Marta, que la gente hizo un cerco para contemplar a la pareja disfrutando de un plácido descanso.

Todo terminó con la llegada de dos agentes perteneciente al componente de Policía de Turismo de la Policía Metropolitana de Santa Marta, quienes de buenas maneras le hicieron saber a Álvaro Cadavid, turista de Medellín, que comportamientos como estos están prohibido en los camellones de Santa Marta y el balneario turístico de El Rodadero.

Esa forma de vacaciones tienes sus sitios destinado para ello, en las zonas de camping en el Parque Natural Tayrona y el Parque Sierra Nevada de Santa Marta, donde en temporadas alta de turismo son bastante concurrido por turistas extranjeros, en su mayoría vienen del ‘Viejo Continente’, atraído por la naturaleza.

DESCOLGARON LAS HAMACAS

Los uniformados, luego de conversar amigablemente con Cadavid y su acompañante, le hicieron ver que se trata de un lugar abierto al público donde van familias a disfrutar de la tarde, por lo tanto, era un feo espectáculo ver dos hamacas colgadas en la zona de descanso familiar.

“Desconocíamos esta prohibición, colgamos las hamacas o chinchorros, porque nos pareció un lugar agradable con buena sombra, vista al mar y con un ambiente hermoso”, dijo el turista, mientras la descolgaba, junto a las cuerdas que la amarraban a las palmeras.

Agradecieron que no fueron sancionados por esta infracción y se comprometieron a no volver a hacerlo. “Todo fue un mal entendido, creíamos que se podía y por eso lo hicimos”.

Subsanado el impase, Álvaro Cadavid, quien se mostró apenado y su acompañante después de envolver las dos hamacas, se retiraron del lugar y se marcharon.

Una situación similar se registró hace unos años atrás, cuando en el mencionado ‘Callejón de las Iguanas’, ante la falta de reservaciones varios turistas colgaron sus hamacas también entre palmeras y pernoctaron durante todo el tiempo que duró la temporada de Semana Santa.